Alberto Salazar, entrenador del atleta británico Mo Farah, abusó de fármacos recetados y utilizó sustancias prohibidas para mejorar los niveles de testosterona y el rendimiento de sus corredores en Oregon (EEUU), según revela un documento oficial del que informó el dominical The Sunday Times.

Los documentos, a los que ese dominical dice haber tenido acceso, muestran que Farah y otros atletas entrenados por Salazar consumieron un suplemento basado en la sustancia L-carnitina. Un atleta al que se le suministró una dosis alta concluyó que era tan efectiva como el dopaje sanguíneo, indica el informe de la Agencia contra el Dopaje de EEUU (USADA).

Esa agencia cree que la L-carnitina suministrada por vía intravenosa a seis destacados atletas de EEUU que entrenan con Salazar «casi con certeza» ha violado las reglas contra el dopaje, indica The Sunday Times. La L-carnitina no está prohibida para los atletas, pero sí las infusiones de más de 50 mililitros en un espacio de seis horas, recuerda el dominical británico.

Al parecer, Salazar se pasó en los últimos años en la utilización de esta infusión de la discordia, inyectada directamente en vena. Además, esa agencia de EEUU estaba investigando el uso de la sustancia por parte de Farah. El informe fue redactado en marzo del año pasado y en él se indica que se hallaron «pruebas sustanciales» de que Salazar y el médico de su equipo, Jeffrey Brown, «conspiraron» para aprovechar el uso de la medicación.

La réplica de Mo Farah no se hizo esperar. «Soy un atleta limpio que nunca ha infringido las reglas referentes a las sustancias, los métodos o las dosis, y es decepcionante ver como ciertos medios siguen intentando asociarme a acusaciones de uso inapropiado de las sustancias», ha asegurado el cuatro veces campeón olímpico.