Un par de vueltas al Miniestadi, y balón, mucho balón. Así fue el primer día de José Francisco Molina como entrenador del Villarreal. Rondos, juegos con la pelota y partidillo diez contra diez. Los jugadores estuvieron en contacto con el cuero prácticamente durante toda la sesión y esa será la primera petición del técnico a sus nuevos jugadores.

Al entrenamiento, por cierto, faltó Fernando Roig y José Manuel Llaneza. El primero tenía un viaje programado, mientras el vicepresidente acompañó al Alevín en Arona. No faltó a la cita el consejero delegado, Fernando Roig Negueroles, que fue quien presentó al técnico al vestuario.

Quienes han seguido a Molina desde su llegada al club saben que el valenciano apuesta por la posesión, por manejar el tiempo del partido y controlar el balón, y así seguirá en su salto al primer equipo. Esta es la filosofía que siempre ha distinguido al Villarreal y su nuevo entrenador la perpetuará mientras ocupe el banquillo.

un plan definido // El nuevo técnico no ha prometido el oro y el moro a su llegada. Es consciente de que Europa a día de hoy no puede ser todavía un objetivo real -pues el equipo está en puntos de descenso-, pero pondrá todo de su parte para acercarse jornada tras jornada a la parte alta de la clasificación... y tiene un plan para conseguirlo.

En primer lugar, quiere consolidar un estilo. Las lesiones y los malos resultados han obligado al Submarino a dar algunos bandazos en este sentido durante las últimas jornadas. José Molina se ha propuesto recuperar el libro de estilo made in Villarreal.

El 4-4-2 será el dibujo por el que apostará, con movilidad de sus interiores y arietes, verticalidad de sus laterales y obligatoriedad de sacar el balón jugado desde atrás.

En segundo lugar, Molina quiere sumar futbolistas a la causa. Con solo una competición vigente, la Liga, no habrá muchas concesiones a las rotaciones, por lo que el técnico deberá buscar un once de confianza para sacar al equipo adelante, pero esto no es excusa para que los menos habituales se descuelguen. Ayer se vio de nuevo a Marchena como central, su posición habitual. Este es uno de los jugadores que se deben recuperar. Otros como De Guzmán, Nilmar, Camuñas, Hernán Pérez, Zapata o Ángel también tienen mucho que demostrar en el presente ejercicio y el entrenador va a trabajar para conseguirlo.

Si se consiguen estos dos propósitos, ya se podrá optar por cotas mayores. El calendario no se lo pone nada fácil al entrenador. Valencia, Atlético, Sporting, Barcelona y Sevilla son los próximos rivales del Villarreal. Sin embargo, Molina está convencido de que sí se puede y se ha puesto manos a la obra desde el primer día.

Hoy la plantilla se ejercitará en doble sesión, mañana entrenará por la mañana, mientras el domingo descansará. El próximo lunes ya se comenzará a preparar el derbi ante el equipo che.

Lo que queda claro es que Molina no exprimirá a sus hombres. Es consciente de que el equipo está tocado y primarán los ejercicios con balón durante estos días. Poco más se pudo extraer de la sesión vespertina de ayer. Eso sí, en el partidillo que preparó de diez contra diez jugaron por un lado Diego López; Mario, Gonzalo, Musacchio; Hernán Pérez, Bruno, De Guzmán, Camuñas; Gerard y Nilmar; y por el otro César; Ángel, Zapata, Marchena, Oriol, Cani, Borja, Senna, Castellani y Ruben. Rossi y Catalá fueron los únicos ausentes. H