El subsuelo es un mundo desconocido para muchos pero que siempre resulta atractivo y fascinante para quien se inicia en la espeleología. Parece ser que no hay una edad determinada para descubrir este deporte-ciencia, aunque es verdad que las ganas y el atrevimiento son un buen comienzo. Así lo ha demostrado un grupo denominado Espeleo Kinder, formado por varios padres acompañados por sus respectivos hijos, de entre 2 y 7 años, que han decidido federarse para lanzarse a la aventura de la espeleología.

Una actividad fuera de lo común que les ha permitido sentirse capacitados para conocer la fauna más oculta a los ojos del hombre, donde la única luz que permite ver es la de las linternas y los leds. “Queremos que estas exploraciones sirvan a los más pequeños para respetar el mundo subterráneo y que aprendan así a valorar su riqueza”, señalaba el responsable y espeléologo experimentado, Santi Cantavella, del Espeleoclub Vall d’Uixó.

Las excursiones quedan enmarcadas dentro de las actividades extraescolares del colegio Sanchis Yago de Castellón y dieron comienzo este sábado en Figueroles con una exploración por algunas de sus cavidades más conocidas. La Cova dels Gitanos, la mina de la Terra Groga y las simas 1 y 2 del monte del Cabeço fueron las zonas que recibieron la visita de los miembros del Espeleo Kinder.

Y muy pronto el grupo prepara ya nuevos retos para seguir disfrutando con la exploración de otras cuevas. Ellos han demostrado que la aventura no tiene edad y su próxima meta está ya fijada: la Sierra de Espadán y Cirat. H