El camino se despeja. Rafael Nadal afronta este sábado a las semifinales de Montecarlo sabiendo que en los dos últimos partidos que le quedan para morder su décimo título en el Country Club, no se encontrará al otro lado de la red ni a Novak Djokovic, con quien teóricamente debía enfrentarse, ni a Andy Murray, el número uno mundial, o Stan Wawrinka, número tres, en la final del domingo.

Después de las inesperadas eliminaciones del escocés y el suizo, el serbio también se despidió del torneo en cuartos al perder con el belga David Goffin por 6-2, 3-6 y 7-5, próximo rival del mallorquín.

Djokovic luchó durante más de dos horas y media y salvó cuatro 'match-balls' antes de ceder la victoria. El serbio, como le sucedió en los anteriores partidos ante el francés Gilles Simon y el asturianoPablo Carreño se mostró pesado, sin velocidad y sin las ideas claras. Y Goffin, mucho más en forma, con 23 victorias ya esta temporada, no dejó escapar la oportunidad de acabar con una racha de cinco derrotas anteriores. Djokovic dispuso de un 4-2 en el último set para ganar, pero desaprovechó la situación. «No se que pasa pero trabajo para saberlo», dijo lacónico que esta temporada no ha pasao de cuartos en ningún torneo.

Tras el adiós de Djokovic, el examen de Nadal para conseguir el primer 10 de la temporada parece más asequible ante contrincantes como Goffin (número 13 mundial), Lucas Pouille (número 17) oAlbert Ramos (número 24) que este viernes continuó su gran racha sobre el tapete rojo monegasco al ganarse una de las cuatro plazas de semifinalista venciendo al al croata Marin Cilic, número 8 mundial, por 6-2, 6-7 (5-7) y 6-2 en otro maratoniano duelo que se alargó 2 horas y 32 minutos.

GANAR A TRES 'TOP TEN'

«Estaba nervioso, pero no ha sido por el miedo a ganar. Cilic se ha puesto a jugar increíble», aseguró Ramos, que llegó a dominar 5-3 en el 'tie break' del segundo set, a dos puntos del triunfo, y que luego remontó en el tercero un 2-0 para ganar los seis últimos juegos consecutivos, en una reacción parecida a la que tuvo el día anterior ante Murray cuando encaró el tercer set 4-0 en contra.

«Ganara o perdiese, he hecho el partido que tocaba», dijo Ramos que tras ganar a dos 'top ten' en la misma semana, y tres en el total de su carrera ya que hace dos años sorprendió a Roger Federer en Shanghai. Ramos se enfrentará (13.30, Movistar+) al francés Pouille, que venció al uruguayo Pablo Cuevas (6-0, 3-6, 7-5).

Nadal se impuso en cuartos de final por 6-4 y 6-4 al argentino Diego Schwarzmann (41 mundial), un correoso tenista, de 24 años, que el año pasado ganó el torneo de Estambul y que en Montecarlo ha tenido su mejor actuación del año.

El joven tenista le plantó cara a su ídolo. Rompió de salida el saque de Nadal y le forzó a trabajar los puntos, llegando a adelantarse 4-2 en la segunda manga bajo los focos de la central. Fue su momento de gloria hasta que el exnúmero 1 ganó los últimos cuatro juegos seguidos. Desde que debutara en el 2003 en Montecarlo, Nadal jugará este sábado su duodécima semifinal en una pista que parece el jardín de su casa y donde busca el décimo título y el récord de 50 sobre tierra.