Rafael Nadal se ha tomado un merecido descanso después de ganar, el pasado domingo en Toronto, su primer título en pista rápida de la temporada. El tenista mallorquín anunció este mismo lunes a los organizadores de Cincinnati que no tomará parte en este Masters 1.000 "por la necesidad de descanso" que tiene antes de afrontar, a partir de la semana que viene, el Abierto de Estados Unidos en Nueva York.

"Quiero cuidad mi físico y mantenerme tan sano como me siento ahora", aseguró Nadal a través de su perfil de Twitter, después de disculparse con los seguidores de Cincinnati, que "siempre me han dado un gran apoyo".

Los cinco triunfales partidos jugados esta pasada semana en Toronto han pasado factura en Nadal, que llevaba si jugar desde que Novak Djokovic lo eliminó en las semifinales sobre hierba de Wimbledon. Pero los parones no le sientan mal al manacorense, por lo que se ve. Derrotó al emergente griego de 20 años recién cumplidos Stefanos Tsitsipas en el abierto canadiense (repetición de la final de este año del torneo de Barcelona), por 6-2 y 7-6 (7-4) en menos de dos horas, y Nadal mató varios pájaros de un tiro. Veamos.

4.000 puntos de ventaja

Por lo pronto, ganó su primer título en pista dura del año (llevaba los de tierra batida de Montecarlo, Barcelona, Roma y Roland Garros), elevó a 33 su récord de torneos Masters 1.000 (la categoría siguiente a los Grand Slam, de los que tiene 17), sumó el título número 80 de su carrera, se clasificó para el Master de Londres de noviembre -solo él lo ha hecho ya matemáticamente- y se afianzó en el número 1 mundial. Ayer ya apareció con casi 4.000 puntos de ventaja sobre Roger Federer (10.220 a 6.480), por lo que virtualmente se aseguró un quinto año en que acabará en lo más alto del ránking mundial, ya que el mallorquín defiende muy pocos puntos hasta el mes de diciembre.

"Si me hubieran dicho hace dos semanas que ganaría en Toronto, no lo hubiera creído. Es muy importante comenzar la temporada en dura ganando un Masters 1.000, cosa que no pasa muy a menudo", dijo Nadal, con una increíble modestia, nada más derrotar a Tsitsipas. Modestia porque, de hecho, el tenista español es el que ha ganado más torneos Masters 1.000 (1.000 puntos para el ránking y un millón de dólares, mínimo, para el campeón) de la historia, con 33, por delante de Djokovic (30), Federer (27) o Andy Murray (14), entre los tenistas en activo. También es, desde este domingo, el cuarto jugador con más de 80 títulos en su historial. Sus predecesores son nada menos que Jimmy Connors (109), Federer (98) e Ivan Lendl (94).

Para incrementar ese historial, Nadal se reserva ahora para el US Open, que ha ganado en tres ocasiones, una menos que el Abierto de Canadá, que este domingo conquistó por cuarta vez (2005 y 2013 en Montreal, y 2008 y 2018 en Toronto) y que dejó un buen regusto en las ambiciosas expectativas del número 1 mundial. "Me tensioné en algunos momentos del set definitivo, hice un juego muy malo cuando Stefanos me rompió el servicio, pero para mí fue un partido muy importante y la noticia positiva es que jugué mi mejor partido de la semana, sin lugar a dudas".