Entrenador y jugadores del Castellón fueron menos incisivos que otras semanas respecto a la actuación arbitral, a pesar de la rigurosa expulsión de Rubén Suárez. Una mandamiento que ha calado en el vestuario, aunque Calderé acabó analizando el papel, ayer, de Fermosell Pérez, tirando de ironía: “¡Qué casualidad que nos expulsen a un jugador de tanta calidad como él...!”.

“Voy a decir una frase, ahora que llevo casi tres meses aquí. ¿Si hay algo [en contra del Castellón]? No lo sé, pero no podrán con nosotros”, soltó el entrenador. También dijo que “busquen lo que busquen, no podrán con nosotros ni con esta gran afición”.

En el plano futbolístico, reconoció que su equipo había estado lejos de su mejor versión, pero matizó: “Sé a lo que es debido. Este mes, por el volumen de partidos, no podemos trabajar conjuntamente todo el equipo como al inicio”. De ahí que el de Vila-rodona agradezca que esta semana vayan a disponer de siete días para “entrenar mejor y de forma más ordenada” la visita al Ontinyent, con la que cerrará un mes exigente, sin respiro alguno.

Rubén Suárez también se contenía a la hora de hablar del árbitro. “Me voy cabreado porque no es la primera vez y te vas cansando. No me gusta hablar de estos temas, porque la experiencia me dice que no te beneficia en nada, pero el partido queda condicionado...”, dijo el asturiano.

Sobre la acción de su expulsión, trataba de encontrarle un sentido. “El árbitro vino muy rápido con la tarjeta. Si no es eso, son los penaltis que nos pitan, o los que nos dejan de pitar o las faltas...”, analizó. “Si es amarilla, asumo la culpa, pero es que no sé si es falta, solamente un choque de hombro con hombro”, ahondó.

EL VASO MEDIO LLENO // Además, el 10 del Castellón pasaba revista. “Me gusta mirar el vaso medio lleno, que llevamos 13 partidos sin perder... Hace tres meses, hubiésemos firmado esta situación”, concluyó quien será baja, el domingo, en El Clariano. H