La Segunda Regional femenina reúne a seis equipos de la provincia de Castellón esta temporada, en el escalón más humilde del fútbol femenino. Se trata, en su mayoría, de equipos de reciente creación que, en muchos casos, basan su objetivo en dar opción a jugar a fútbol a las chicas y poder competir año a año. Dentro de la modestia, siempre hay un grupo reducido de equipos que buscan algo más, un plus, luchar por el ascenso a Primera Regional.

Para ello hay que formar un equipo competitivo, comprometido y, porqué no decirlo, con experiencia que suponga una base para poder alcanzar la meta. En esta categoría se dan cita jugadoras que están dando sus primeros pasos en el mundo del fútbol con otras que ya llevan un dilatado currículum en sus botas. Uno de los conjuntos más ambiciosos es el Onda, y lo cierto es que está cumpliendo las expectativas. Las rojiblancas son líderes con autoridad y ofrecen pocas concesiones. No en vano, no han cedido ningún punto, duplican en goles a sus más inmediatos perseguidores y encajan la mitad que ellos.

Perseguidores

El Saguntino es segundo seguido de Rafalafena, Racing Onda y Benicató. En una temporada en la que la normativa indica que tendrán derecho a ascender a Primera Regional los dos primeros clasificados y los dos mejores terceros, a estos tres conjuntos se les abre una pequeña puerta a la esperanza. Pero actualmente todos están lejos de ser uno de los dos mejores terceros. Sin embargo, se trata de tres escuadras asentadas en la categoría y con un potencial por encima de la media.

El Rafalafena ya terminó la pasada temporada en segunda posición y presenta un equipo consolidado en el que se entremezclan jugadoras jóvenes con otras de mayor experiencia en el fútbol. Por otro lado, el Racing Onda no hace mucho ya estuvo en Primera Regional, categoría a la que ambiciona a regresar a medio plazo. Otro de los conjuntos a tener en cuenta es el Benicató, las nulenses conforman un equipo de futbolistas de la comarca y que también ha estado en la zona alta de la tabla últimamente.

En la zona baja de la clasificación hay otros dos equipos de la provincia: el Drac B, con un equipo muy joven; y el Vall de Uxó, que tiene dos años de vida y que tras un gran debut el año pasado este curso está sufriendo un poco más. Eso sí, cabe recordar que la mayoría de sus jugadoras están comenzando a hacer sus primeros pinitos en el fútbol.