El Villarreal arranca una segunda vuelta de la Liga en la que estará obligado a superar el rendimiento de la primera para intentar repetir la clasificación para la Champions de hace dos temporadas. El Levante (18.30 horas, beIN LaLiga) es el punto de inicio de esa necesaria mejora, en la que los de Calleja podrán apoyarse en el factor campo para aumentar sustancialmente la cosecha de 31 puntos de la primera parte de esta campaña y obtener una puntuación que se acerque a la frontera de los 70 puntos, más o menos la media que dio billete para la máxima competición continental en las últimas ediciones de la Liga.

Las dificultades del inicio de temporada por las obras del Estadio de la Cerámica, que obligaron al Villarreal a encadenar dos salidas consecutivas en el estreno, se compensarán en los próximos cuatro meses. «Tendremos 11 partidos en casa y tenemos que hacernos fuertes, comenzando por los tres puntos importantísimos que nos jugamos ante el Levante», admite Calleja, para quien habrá que revertir la sensación de que La Cerámica ha sido, más que un aliado, cierto obstáculo en la primera vuelta. De los 31 puntos que han colocado al Submarino a un solo punto de la cuarta posición del Madrid —aunque con un partido menos para los blancos—, 17 se han sumado a domicilio. Los amarillos no han conseguido ganar la mitad de los partidos disputados antes sus aficionados.

«Aquí los rivales se encierran más y nos ha costado abrir la lata y ser más regulares durante los 90 minutos», apunta Calleja para explicar los problemas locales de su equipo. «Nos debe de servir de aprendizaje para la segunda vuelta. Tenemos que saber matar antes los partidos», dice sobre la posible solución para hacer de La Cerámica ese «templo» que semanas atrás reclamaba uno de los jugadores imprescindibles en los esquemas del madrileño, Fornals.

GOLES CONTRA LA ANSIEDAD / Hoy, esa lata que se le resiste al Villarreal en casa «será costosa de abrir», admite Calleja, que espera que su equipo —tampoco estaría mal que la grada— tenga la «paciencia» necesaria para buscar sus opciones, «jugando en campo contrario» y, a la vez, sin perder de vista las posibles contras de los de Muñiz. Esta vez, al contrario que en el Bernabéu, el tiempo correrá a favor del Levante. «Debemos intentar marcar lo más pronto posible; ellos se sentirán cada vez más cómodos si pasan los minutos sin goles».