Marcelino García Toral es consciente de que ha llegado al Villarreal para enderezar un rumbo que amenazaba con complicar el objetivo ineludible del ascenso, pero también para “sufrir”. El preparador amarillo volvió a reiterar ayer, en la previa del encuentro que abrirá la segunda vuelta de la Liga Adelante frente al Real Madrid Castilla, que a su nuevo equipo le espera un camino complicado de aquí hasta el final de la temporada y pide “unión” entre todos los estamentos del club para “desde el sufrimiento lograr el objetivo que tenemos marcado”.

El asturiano fue bastante gráfico a la hora de explicar la situación en la que se encuentra en estos momentos el Villarreal. “Hay que fijar la atención en la realidad. Estamos en Segunda y debemos priorizar lo que interesa. El Villarreal es un club extraordinario y un equipo con un pasado reciente maravilloso. Si queremos volver a eso debemos sufrir un año. Si queremos volver al caviar deberemos comer ahora un poco de patatas fritas y huevos”, explicó Marcelino, que se muestra optimista con el inicio de su nueva trayectoria profesional: “Estoy con ganas y los jugadores con una predisposición y una actitud que les agradezco”.

Para el primer compromiso de la segunda vuelta, el técnico pide a la plantilla “intensidad”. “El equipo juega como entrena, y si lo hace con intensidad es todo más fácil. Es lo que tratamos en estos primeros días, generar esos hábitos en los entrenamientos”. Hoy, a partir de las 20.00 horas y ante un rival complicado --siempre lo es un filial-- como el Castilla se verá hasta qué punto el Villarreal ha notado ya la mano del nuevo entrenador.

RIVAL IMPREVISIBLE // Enfrente tendrán a un grupo de jóvenes jugadores “con calidad” y que, según la opinión de Marcelino, “tienen la transición más rápida de la Segunda División”. “Su contrataque es muy peligroso”, advierte el míster sobre un enemigo que “no sigue el patrón de su primer equipo”. “Es un rival irregular pero peligroso ofensivamente. Es una moneda al aire”. H