El Submarino abre la segunda vuelta, frente al Granada a la una de esta tarde (horario inédito en Vila-real), dispuesto a plasmar, sobre la alfombra del Estadio de la Cerámica, ese punto y aparte que escribió hace siete días, cuando el 0-2 frente al Valencia ratificó el aciago arranque del 2017. Los amarillos hacen tabla rasa, en busca de una victoria que les permita mantener su plaza europea. Pero si al Submarino ya le urge ganar, más todavía a su rival, aunque por un motivo bien distinto: los nazarís están a ocho puntos de la permanencia, después de haber llegado al ecuador de la competición con un solo triunfo.

En pleno reajuste de la plantilla, Escribá vuelve a sentir todo el peso de las bajas. Pato ultima su incorporación al fútbol chino y Santos Borré tiene también pie y medio fuera del Villarreal. Con todo, el colombiano todavía podría ser titular, formando pareja en ataque con Sansone, debido a que Adrián está falto de forma. Soldado se asoma pero todavía le faltan unas cuantas semanas para estar apto y Bakambu apura su participación en la Copa de África, cuyo regreso depende hasta dónde llega la República Democrática del Congo (por de pronto, mañana disputa los cuartos, frente a Ghana).

«Adrián ha venido bien, pero sin ritmo. A duras penas podría completar 90 minutos al máximo nivel», explicó Escriba, que duda si sacarlo ya desde el inicio o si, en función del resultado, le da una media hora larga para su rodaje. «Su adaptación ha durado dos minutos y nos va a dar un salto de calidad en esa zona del equipo», rubricó el entrenador valenciano.

A las ausencias de los últimos partidos (Musacchio, Cheryshev y Soldado por aspectos físicos; más la comentada de Bakambu), se suma la particular situación de Pato y la sanción de Jaume Costa. Escribá tiene los 18 justos para completar la convocatoria, así que salvo la aparición de José Ángel en el carril del 3 y saber quien acompañará a Sansone, el resto del equipo será el habitual de las últimas citas.

En esta época de carestía de recursos, goles y victorias, Escribá mantiene la fe en el equipo. Una fe que espera contagiar a la parroquia amarilla. «Pido a la afición que confíe en nosotros», dijo ayer. «Ya fuimos capaces de remontar un mal inicio», recordó. «Seguimos estando bien, pese a los últimos malos resultados», manifestó. «Asumimos la culpa en la derrota ante el Valencia, pero yo los veo entrenar y estoy satisfecho, trabajan a tope», subrayó antes de afirmar que «es una buena hora para ir con la familia». «Si somos más, siempre tenemos más opciones de ganar», incidió.

NO TIRA LA TOALLA // El Granada, pese a que solo ha ganado un encuentro, no se da por descendido. También están siendo días frenéticos en los despachos del club, dentro de una pequeña revolución con la que aspirar a una salvación que, con el 50% de la temporada todavía en juego, suena a remota. Sin Uche, Pereira, Kone ni Javi Márquez, Carcela ni Angban -por distintos motivos-, Alcaraz recurre al filial... y a dos de sus flamantes refuerzos invernales: Saunier y Adrián Ramos.