Buenos días teacher Pat. Patricia Campos recorre todos los días 40 minutos andando para llegar a Kitende, un pequeño pueblo a 50 kilómetros de Kampala, capital de Uganda. Llena de polvo, se sienta para dar sus clases de español a un grupo de niños, la mayoría de ellos huérfanos, en algunos casos enfermos de sida, pero con el denominador común de una existencia marcada por una lucha diaria por la supervivencia. Patricia es una ondense de 37 años, que fue conocida por ser la primera piloto mujer del ejercito español. Ella lleva el veneno del deporte en la sangre. Tanto que un día decidió solicitar la excedencia en el ejercito para ser feliz con lo que le gusta: el fútbol. Y yo añadiría, después de conocer un poco de su vida en Uganda, también para ayudar a los demás.

Lleva apenas dos meses en Kitende. Los niños tienen en la Liga inglesa su espejo... hasta que llegó Patricia. Un día apareció con su camiseta del CD Castellón. La maestra Pat les explicó nuestras costumbres, nuestras fiestas y también un poco de la historia del Castellón.

Los niños juegan descalzos en campos de tierra con piedras, cristales y no sé cuantas cosas más. El balón oficial es de trapos de ropa y papel, luego también tienen otros confeccionados con bolsas de plástico. Y son felices. Allí no conocen la ostentación ni esa carrera por ser el que lleva las zapatillas más modernas o la camiseta más llamativa.Pat, les está enseñando mucho. Ya ha logrado convencerles de que el deporte es bueno para las mujeres, en un país en el que no entienden mucha de la igualdad entre los dos sexos.

Mukosa, Yuma... ya empiezan a darle a la pelota. Si porque ya han llegado algunos balones a Kitende. Fútbol a temperaturas entre 30 y 40 grados, con los moscas y mosquitos como espectadores. Patricia forma parte del Soccer Without Borders (Fútbol Sin Fronteras), un proyecto solidario con el deporte como excusa. Conozco a Patri. No parará hasta organizar una pequeña Liga en Kitende. Para ser feliz no hacen falta hierba artificial de última generación, ni el último modelo de botas con colores chillones, ni tampoco el balón con los materiales más caros de la tienda. Sólo hace falta ilusión.

A ella le impactó la imagen de los niños recogiendo agua contaminada de la calle, tanto como la gran alegría que se llevó con la mejor fiesta de cumpleaños que le podían organizar en su vida. Fue en Uganda y el cariño y el brillo de los ojos de sus chicos fue su mejor regalo.

No sé si saldrá alguna figura del fútbol de su escuela. Probablemente no, o sí, no lo sé. Pero estoy seguro de que no habrá en Uganda mejor embajadora de Castellón y de España, pero sobre todo de los mejores valores de las personas.

¿Se imaginan un equipo vestido con camisetas del CD Castellón compitiendo en Kitende? Yo le he dicho a Patri que no se preocupe, porque le van a llegar varias equipaciones, y seguro que no solo albinegras. Eso espero, por lo menos. Y si quiere hasta una cedé con el Pam, pam orellut.

Buenos días teacher Pat. ¡Qué bien le suena cada mañana!

Estoy convencido de que todos nosotros aprenderíamos muchísimo con cualquier de los niños de Patricia. Sobre todo a separar lo verdaderamente importante de lo superficial. Seguro que tus niños tendrán sus camisetas. Siempre digo que no tengo ídolos en el fútbol, pero sí personas a las que admiro por sus valores. Patri es una. H