El Villarreal sumó un punto de prestigio en uno de los escenarios más complicados del fútbol español, el Sánchez Pizjuán. Tras realizar 70 minutos de un juego brillante, y adelantándose 0-2 en el marcador, el conjunto local, el Sevilla, resucitó a base del empuje de su fogoso público, logrando igualar la contienda en tres minutos en la recta final (2-2). Un partido trepidante que deja a ambos equipos con un punto de diferencia a favor de los 'groguets' y que les mantiene vivos en su lucha por jugar la próxima edición de la Europa League.

La trayectoria tanto de Villarreal como del Sevilla en la presente Liga está siendo un tanto irregular dentro de que ambos equipos han navegado por zona europea a lo largo de todo el ejercicio. Los últimos resultados, unidos a que el Betis ha superado a ambos y se ha establecido como quinto clasificado, obligaba a ambos contendientes a dejarlo todo sobre el césped.

Javi Calleja tenía numerosas bajas, muchas de ellas en defensa. Así, Mario actuó como central junto al reaparecido Víctor Ruiz, con Rukavina y Jaume Costa en las bandas. Rodrigo y Trigueros en línea formaron la pareja de mediocentros, escoltados por las alas por Castillejo, al que Calleja le levantó el castigo del encuentro de Málaga, y otra de las novedades, Cheryshev. Mientras que la apuesta en ataque para acompañar a Bacca fue Raba, sentando a Enes Ünal.

Buena puesta en escena

La puesta en escena del Submarino fue muy buena. Los amarillos saltaron al césped del Pizjuán con personalidad y con el objetivo de adueñarse del balón. No en vano, la dupla Rodrigo-Trigueros le ganó la batalla a N’Zonzi-Banega, teniendo mucho más la posesión y generando jugadas de peligro.

A ello se le sumó la frescura que aportaron Cheryshev por la izquierda y en especial Castillejo por la derecha, conectando con un Raba muy participativo, que demostró no amilanarse pese a la majestuosidad del estadio.

El buen hacer del Villarreal provocó que los amarillos estuvieran a punto de adelantarse en el marcador en el minuto 18, cuando Cheryshev se marcó una galopada marca de la casa, superando en velocidad a Jesús Navas, cuyo mano a mano fue abortado magistralmente por David Soria.

Era el preludio de lo que iba a pasar después, ya que a falta de diez minutos para el descanso, los groguets se adelantaron en el marcador obteniendo buena recompensa a su primera parte. Tras una jugada que iniciaba sutilmente con un pase al espacio con el exterior de Tigueros, y tras participar en la acción Bacca, Cheryshev y de nuevo Trigueros, el balón le cayó en la derecha a Castillejo, quien tras sortear a su rival pone un balón templado al segundo palo, milimétrico, para que Raba conecte un cabezazo. El 1-0 hacía justicia.

Al descanso se llegaba con una acción en la que tras un balón aéreo y un no despeje de Asenjo, Mercado no supo rematar un balón cuando estaba solo casi en línea de gol y sin guardameta.

El inicio del segundo acto tuvo a un Sevilla un poco más ambicioso. Tras reclamar un posible penalti a Bacca, Sandro puso a prueba a Asenjo en un tiro que salió fuera cerca del palo.

Los de Montella estiraron líneas y fueron embotellando al Submarino. El Pizjuán iba creciendo en intensidad y los locales, un poco dormidos, fueron despertándose a base de la insistencia de su público.

Pero cuando más apretaba el Sevilla, en una acción en la que Cheryshev cometió una falta que podría haber sido tarjeta amarilla —el ruso ya tenía una—, la protesta de Ben Yedder supuso una primera cartulina que se convirtió en roja tras aplaudir al colegiado (min. 62). Los locales se quedaban con uno menos a falta de media hora.

Dicha circunstancia fue aprovechada por el Villarreal para salir a la contra con espacios, con buenas acciones de Castillejo, Cheryshev y Bacca. Y precisamente fue el colombiano el que establecía el 0-2 tras una galopada. El ariete amarillo lo celebró pero pidió perdón.

Cambio de guión

Pero el fútbol es tan maravilloso como imprevisible. Cuando todo parecía que el Submarino lograría una victoria de prestigio, cuando restaban 15 minutos despertaron los hispalenses. Primero, Nolito falló un penalti (min. 76), en una acción que significó la expulsión de Jaume Costa por manos (doble amarilla), pero que solventó Asenjo.

Parecía que con dicho fallo el Sevilla se hundiría, pero no. Nolito resucitó tras mandar un latigazo a la red: 2-1 y 12 minutos por disputarse. Y tres después, pasó lo que nadie en el seno amarillo quería: Z’Nzonzi se inventó un obús desde 35 metros para batir a Asenjo. Incontestable.

Con 2-2 comenzó otro partido de 9 minutos, en el que los locales estuvieron cerca de certificar una remontada que hubiera sido tan épica como injusta. Pero el Villarreal supo sufrir.