La situación es insostenible y la plantilla ha dicho: ¡Basta! Evidentemente, todos los futbolistas del primer equipo albinegro piensan lo mismo, pero hasta la fecha cuatro —más el respaldo de otros dos— son los miembros del combinado orellut los que han hecho públicas las enormes penurias que está atravesando un grupo humano que apenas tienen para comer y que, según han denunciado, acumulan casi seis meses sin cobrar. Un capítulo más de la desastrosa gestión de David Cruz al frente de la entidad.

Todo explotó el pasado Jueves Santo. Lo primero de todo, los futbolistas cumplieron con su obligación y ganaron 5-1 al Borriol. Pero, tras ello, a lo largo de dicha jornada, cuatro voces autorizadas del vestuario, el guardameta castellonense Alejandro Zagalá y los valencianos Enrique Sampedro, Javi Zarzo y Álex López, de común acuerdo, lanzaron a través de twitter sus denuncias públicas, las cuáles fueron respaldadas por sus compañeros Abraham Peleteiro y Álex Salt.

DENUNCIA GLOBAL

Hasta el momento, solo seis de los jugadores albinegros han alzado la voz públicamente, aunque en el vestuario orellut sus componentes habían pactado para elevar sus quejas al escenario público. Y, pese a que todavía eso no ha sucedido, los seis futbolistas que ya han explotado esperan que el resto lo haga en breve.

LOS MOTIVOS

Sin lugar a dudas, la situación es insostenible, porque no solo se acumulan los meses sin cobrar, si no también las continuas promesas incumplidas del presidente, tanto sobre la situación de los jugadores como en proceso de compra-venta.

Y los futbolistas están tirando de ahorro y de sus familias. «Llevo cinco meses llorándole a mis padres para que me den dinero, muchas veces quedándome en casa por no tener ni para salir a tomar un helado. No tenemos dinero ni para clínex, ni para gasolina... ni para nada», explica Zarzo.

Otro de los afectados, Enrique, uno de los capitanes, estalla: «No puedo callarme más. El equipo está al límite. Esta semana ha sido muy complicada porque hay momentos en los que la paciencia se acaba, la cabeza no para de dar vueltas y todo es negativo».

Al igual que Zagalá, que señala a Cruz: «Estamos hartos de faltas de respeto hacia la persona y la profesionalidad de integrantes de la plantilla. Todo tiene un límite, hasta que te toman el pelo».