El Playas de Castellón podría renunciar a tomar parte en la Copa de Europa de Clubs, que por tercer año consecutivo se disputará en Mersin (Turquía). El motivo no es otro que la cercanía con la frontera de Siria -apenas hay 180 kilómetros de distancia, pero el aeropuerto de Adana está a solo 80-, un país que desde hace unos años está en conflicto bélico, por lo que la ciudad turca está considerada una zona de riesgo de atentados y se pone en peligro la seguridad de los atletas, lo que centra su gran preocupación y el motivo del estudio de una posible renuncia.

Es por ello que muchos de los clubs participantes en la máxima categoría de esta competición, entre ellos la entidad castellonense, solicitaron a la Asociación Europea de Atletismo (EAA, por su siglas en inglés), máximo organismo del Viejo Continente, cambiar de sede debido a este motivo, pese a que Mersin llegó a un acuerdo para ser el escenario de la Copa de Europa tres años -desde el 2015 hasta el 2017, por lo que este será el último-.

Pero finalmente la petición del Playas y del resto de clubs, entre los que está el Valencia Terra i Mar, que compite en categoría femenina, ha caído en saco roto y la EAA ha hecho caso omiso argumentando que el gobierno turco ha garantizado la seguridad, como en las dos anteriores ediciones.

No obstante, los miembros de la expedición del Playas que han acudido estos dos últimos años a la ciudad turca han sentido miedo, conscientes que en muchas ocasiones se aprovecha los eventos deportivos cercanos a zonas de conflicto para la realización de atentados, debido a que tienen una mayor repercusión pública. Además, la situación no es nada cómoda, ya que el hotel está sitiado y hay mucha presencia policial.

Pérdida de categoría

La entidad que preside Toni Escrig, que incluso se había ofrecido para traer a Gaetà Huguet el evento -será el 27 y el 28 de mayo-, estudiará estas próximas semanas si finalmente decide renunciar, lo que supondría la pérdida de categoría de forma inmediata y no poder competir este año, por lo que sería en el 2018 cuando volvería a la acción, aunque sería en el grupo B. Una situación que vivirán en esta edición el Fiamme Gialle italiano, el Maccabi de Tel Aviv israelí y el AK Radnicki serbio, que no participaron hace un año por este mismo motivo, lo que provocó que solo participasen cinco clubs en categoría masculina.

Lo que se tiene claro en el Playas es que en la decisión definitiva se valorarán los pros y los contras, en el que destaca el aspecto económico. El motivo es que muchas de las ayudas que recibe el club van dirigidas a la participación en la Copa de Europa, pero también se tendrá muy en cuenta lo que opinen los atletas que sean elegidos para afrontar la competición.

En el caso de acudir a Mersin, sería la novena presencia consecutiva de los castellonenses en este certamen, en el que han subidos seis veces al podio, destacando el título del 2015. El resto tres subcampeonatos -el último el pasado año- y dos terceros puestos.