Celta y el Alavés desperdiciaron la oportunidad de cobrar ventaja en la histórica semifinal copera, al empatar sin goles en la lluviosa noche viguesa.

Balaídos albergó un intenso partido. Ambos conjuntos, bajo un aguacero, buscaron hacer daño a su rival para llevarse la ventaja al encuentro de vuelta, pero se encontraron con las grandes actuaciones del portero rival.

El Celta llevó la iniciativa y puso todas sus armas en el campo con Aspas, Wass o Bongonda en ataque, mientras que los vitorianos, fieles a su estilo aguerrido, se cerraron, buscando aprovechar los errores de la zaga celeste. Los visitantes casi lo logran al final de la primera parte con un centro de Kiko Femenía desde la derecha que remató Manu García, pero Sergio evitó el 0-1 con una mano providencial.

Tras el paso por vestuarios, los locales mejoraron y exigieron al máximo a la retaguardia vasca. Aspas, el más activo por el Celta, pudo cambiar la dinámica de la eliminatoria, pero un remate suyo a bocajarro lo detuvo Pacheco y, posteriormente, estrelló un balón en la madera. Misma suerte tuvo Tucu Hernández en el último suspiro, que vio cómo su remate se encontraba con la base del palo, después de desviarse en el guardameta blanquiazul.

Al final, el 0-0 deja la mesa servida para que ambos conjuntos se jueguen, el miércoles en Mendizorroza, estar en su primera final de la Copa del Rey.