Una opción de presente y otra de futuro para la selección española. Así se ven el guardameta Sergio Asenjo y el centrocampista castellonense Pablo Fornals, que esperan vestir la Roja en las próximas convocatorias de la selección, pero en diferentes categorías. Mientras Asenjo espera que el excelente momento del Villarreal —«es imposible destacar en lo individual si el equipo va mal»— le pueda llevar al Mundial, Fornals ve esa opción más lejana: «La ilusión no se pierde, pero la realidad es otra y, con mi edad, no pasa por ir a la selección absoluta cuando por una serie de circunstancias no estoy siendo titular con la sub-21. Sería engañarme y algo ilógico pensarlo».

Coincidir los dos en el grupo de Julen Lopetegui, como lo hicieron en los preparativos de la Eurocopa del 2016 entonces a las órdenes de Vicente del Bosque —«allí, en esos 10 días tan bonitos, tuve el primer contacto con Sergio y es donde se empezó a forjar nuestra amistad», recuerda Pablo—, no se vislumbra como algo inmediato, a pesar de que el castellonense es uno de los jugadores con más minutos de LaLiga y está destacando especialmente en el capítulo de asistencias, al que ha sumado ya tres goles. «Estoy centrado en el equipo y la opción más real para la próxima fecha FIFA sería la llamada de la sub-21», donde al castellonense le está costando ganarse la confianza del seleccionador de la Rojita, Albert Celades, que solo ha dado 21 minutos al groguet en los tres partidos de clasificación para el Europeo de la categoría, el próximo año.

LA DURA COMPETENCIA / «Al final, la sub-21 es como un equipo diferente. El técnico es otro, no es Javi [Calleja], y tiene sus preferencias. Hay jugadores que están en equipos más grandes, jugando en Europa, en otras ligas... y todos acuden para demostrar que el entrenador no se ha equivocado a la hora de convocarles», explica Fornals.

Mucho más cerca ve Asenjo la posibilidad de regresar a la selección y poder jugar su primer Mundial a las órdenes de un seleccionador que siempre ha seguido de cerca su recuperación. «Me visitó en el hospital tras la última operación y habló conmigo cuando me dieron el alta. Se alegró un montón de mi vuelta y ahí se ve su calidad humana. Es una persona muy cercana y se agradece», dice el portero de su trato directo con Lopetegui. «Ahora lo importante es seguir jugando y consiguiendo mi mejor nivel. Si en mayo considera oportuno llevarme al Mundial, bienvenido sea».