El presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, no ha podido librarse del banquillo de los acusados. La Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional ha rechazado la última bala con la que contaba para evitar el juicio por estafa y corrupción entre particulares que se celebrará en Madrid por el fichaje del brasileño Neymar. La resolución considera que cuando se realizó el fichaje tenía "responsabilidades directivas en el ámbito deportivo, al igual" que el entonces presidente, Sandro Rosell.

La Sala ha confirmado así el auto con el que el juez ponía fin a la instrucción de la querella presentada por la empresa brasileña propietaria del 40% de los derechos federativos del jugador, Dis. El magistrado, que en un principio era partidario de archivar las actuaciones, se vio obligado a reabrir el procedimiento por orden de la Sala de lo Penal.

Aunque la Fiscalía no pedía pena alguna para él, Dis sí solicita cinco años de cárcel tanto para el directivo como para el futbolista. De ahí, que el juez José de la Mata lo acabara incluyendo en la lista de personas que se sentará en el banquillo de los acusados en el juicio.

La resolución rechaza los argumentos de Bartomeu y afirma que "debe tenerse bien presente que ostentaba el cargo del vicepresidente del FCB, con responsabilidades directivas en el ámbito deportivo, al igual que el presiente Rosell, participando ambos en el contrato suscrito el 15 de noviembre de 2011 y tomando los dos la decisión de firmar dicho contrato sin informar a la junta directiva", ni al club en el que jugaba Neymar, el Santos FC, ni a DIS.

El contrato preveía en un primer momento el fichaje en 2014, cuando el fulbolista quedara liberado de su compomiso con el Santos, pero finalmente se adelantó a 2013 ante el temor de que fuera contratado por otro club. La Audiencia Nacional considera que ello alteró el libre mercado de fichajes de futbolistas, "al impedir que entrase en el mercado conforme a las reglas de la libre competencia".

DEBE SER EN UN JUICIO

El tribunal considera que debe ser en un juicio donde se aclaren las cuestiones planteadas en el procedimiento, que fundamentalmente pasan por examinar los contratos suscritos el 15 de noviembre de 2011 y el 6 de diciembre de ese mismo año, por los que el Barça, representado por Rosell "se concertó con Neymar júnior" y su sociedad familiar N&N, para que el jugador fichara en 2014 por 40 millones de euros. El Barcelona adelantó al jugador 10 millones de euros en concepto de "préstamo".

Ese acuerdo fue ignorado por el Santos y la empresa propietaria del 40% de los derechos del jugador, lo que podría suponer un delito de corrupción entre particulares, señala el auto hecho público este jueves. Añade que se infringió el artículo 18.3 del Estatuto y la transferencia de jugadores de la FIFA, que impide a un futbolista negociar con un club antes de que queden seis meses para acabar su contrato con otro.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal de la Audiencia Nacional José Perals solicita dos años de cárcel y multa de 10 millones de euros para Neymar por su fichaje por el Barça. También pide la misma pena para su padre y un año para su madre por un delito de corrupción en los negocios. No obstante, la mayor petición de pena es para el expresidente del Barça Sandro Rosell, que se enfrenta a cinco años de prisión por ese delito y otro de estafa; el presidente del Santos, Odilio Rodrigues, se enfrenta a tres años. Para el club catalán, el fiscal solicita una multa de 8,4 millones de euros por los dos delitos que habría cometido el que era su presidente.