El Castellón es equipo de Tercera División, pero sueña y se aferra a las remotas pero aún vigentes opciones de regresar a Segunda B utilizando el mismo camino que, en verano del 2011, fuera descendido. El suspense se prolongará unos días, a expensas de que la RFEF anuncie hoy qué vacantes existen por impagos, sin olvidarse tampoco de las posibles renuncias de clubs que no pueden hacer frente a un presupuesto, avales... en la categoría de bronce.

En las próximas horas, la federación española publicará una circular (suele ser la primera de la temporada 2015/2016, al estar ya en julio) en la que explicará las vacantes por motivos económicos en Segunda B. La información principal será el número de huecos a cubrir y cuáles son los equipos que los dejan, así como el llamado canon, “la cantidad en la que deben subrogarse los clubs interesados en las vacantes” y que hace dos veranos fue de 300.000 euros y el pasado, de 265.000 (solo bajó el CD Ourense, club/SAD que desapareció, además).

La semana pasada, la Comisión Mixta RFEF-AFE reconoció 94 reclamaciones pendientes de abono por parte de seis clubs de Segunda B por un importe total de 660.708 euros. Los implicados denunciados eran: Cartagena, Murcia, Cádiz, Lucena, Elche Ilicitano y Avilés, aunque los tres últimos ya habían bajado a Tercera por sus resultados deportivos.

El artículo 194 del Reglamento General de la RFEF establece los criterios para optar a esas vacantes que, en lo que al Castellón se refiere, tiene un punto contradictorio. Por un lado, prevalece su condición de campeón de grupo pero, por otro, le perjudica el proceso concursal en el que está inmerso. La prioridad absoluta afecta a la misma federación territorial (la valenciana), mientras que si es de otra comunidad autónoma, deberá esperar su turno.

La incertidumbre puede prolongarse, incluso, un par de semanas, debido a que el sorteo de los cuatro grupos y el calendario será el 14 de julio, solo un día antes de que la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana cierre la inscripción de equipos en el grupo VI de Tercera.

LA ALTERNATIVA // La otra vía hipotética de ascenso administrativa viene marcada por la renuncias de clubs que, ante la perspectiva de no poder cubrir el presupuesto, optar por un descenso voluntario antes que hipotecar el futuro de la entidad en cuestión.

En el Eldense, el presidente de la junta gestora, José Luis González, lanzó ayer un SOS ante la imposibilidad de obtener un aval de 200.000 euros (conocerá el importa exacto en los próximos días, pero todo apunta a esa cifra). Sin embargo, la entrada de una nueva junta está en vías de inyectar capital y solucionar el problema, con lo que sería otra puerta que se le cierra al Castellón...

Otro caso es el del Llosetense, equipo balear que, este fin de semana, ha logrado el ascenso, por primera vez en su historia, a la categoría de bronce. El club de esta población del norte de la isla de Mallorca celebra hoy una junta de socios que tiene que aprobar un nuevo presupuesto, que pasa por triplicar el actual. Si renunciara a su sitio en Segunda B, los otros tres conjuntos baleares que han disputado el play-off y no han subido (por este orden, según la clasificación, Formentera, Peña Deportiva de Santa Eulalia y Mercadal) optarían a su plaza. Si no, el Mallorca B, que bajó al final de la temporada pasada, estaría en un segundo escalón de prioridades. Si el filial bermellón lo descarta, se abriría una opción a cualquier conjunto de Tercera.

EL CASTELLÓN, ¿PREPARADO? // En cualquier caso, el club albinegro asegura estar en disposición de optar a esa plaza. Aunque, para ellos, debería obtener un aval de 400.000 euros, el canon cotado con anterioridad, pagar lo que reste de la deuda de 295.000. De hecho, ultimar la plantilla o presentar la campaña de abonos están en compás de espera, a expensas de este desenlace... H