Michael Oliver, el árbitro que acabó siendo protagonista en el último Madrid-Juventus de cuartos de la Champions por el penalti señalado a favor de los blancos que evitó la prórroga, está recibiendo protección policial en Inglaterra tras haber sido objeto de amenazas a través de las redes sociales, según anunció ayer la policía de la región de Northumbria. Oliver y su mujer, Lucy, han sido desde entonces objeto de mensajes insultantes y amenazantes. El móvil de la mujer ha aparecido, incluso, en una red social.

«Somos conscientes de los mensajes amenazadores. Este tipo de comportamiento es totalmente inaceptable y los autores deben saber que su actitud puede constituir un crimen», advirtió la policía de la región donde habita el árbitro de 33 años, que se ha puesto a disposición del colegiado para ayudarle en su denuncia. La UEFA también condena «de forma enérgica el abuso al que se está sometiendo a Oliver y a su esposa», puntualizan.