Fran Escribá tiene claro que si el Villarreal quiere sacar productividad de la visita del Real Madrid no queda otra que ser el equipo fiable que le ha llevado a ser el menos goleado de la Liga. Para el técnico ese será el primer paso, «una de las claves», admite, para provocar el que sería segundo tropiezo consecutivo del líder, después del batacazo de los de Zidane en Mestalla, el pasado miércoles.

Pero el Submarino que saldrá mañana al césped del Estadio de la Cerámica no lo va a fiar todo a su solvencia defensiva y a las manos de Asenjo, el destacado zamora de la Liga. Hacerlo sería como un suicidio ante un Madrid al que «es muy difícil dejar a cero en un partido». Así, partiendo de la solidez, Escribá quiere un Villarreal que también saque las uñas cuando tenga la ocasión. «Deberemos ser como en la primera vuelta en el Bernabéu, muy sólidos, pero sin dejar de buscar la portería rival. Miraremos hacia ella todo lo que podamos», sostiene el preparador amarillo.

EL FAVORITO AL TÍTULO / Será un duelo de tú a tú ante el que Escribá considera «el máximo candidato a ganar la Liga» y, por ello, respetando al máximo a los blancos a pesar de que vienen de una derrota dura e imprevista ante el Valencia. «Tenemos nuestras opciones, pero el Madrid es el favorito; lo es en casi todos los partidos que disputa».

El entrenador del Submarino no experimentará ninguna fórmula mágica para hacer frente al líder. Escribá apostará por el 4-4-2 a pesar de que ayer recibió la pésima noticia de que Sansone no estará disponible. Quizás, en otras fase de la temporada, las de la escasez de puntas, este contratiempo hubiera precipitado al Villarreal a cambiar de dibujo. Hoy no será así. «No pienso cambiar el sistema porque tenemos delanteros de sobra para mantener el esquema habitual», explica Escribá, que ante el Madrid puede disponer al cien por cien de Soldado, Bakambu, Adrián y Santos Borré, cuatro opciones para formar la pareja de ataque que intente complicar al máximo a la defensa madridista.

MEJOR ANTE LOS ‘GRANDES’ / Los precedentes en todos los compromisos disputados hasta la fecha ante el cuarteto de cabeza tranquilizan un poco más al técnico, al que no le queda más remedio que reconocer que su equipo da lo mejor ante los rivales más complicados. Todo tiene una razón: «Como el equipo es sólido defensivamente y ante los grandes hay que defender más, quizás nos encontramos más cómodos. Puede que estemos más incómodos ante los que nos ceden el dominio».