El Espanyol cerró una intensa semana con un justo empate ante el Athletic (1-1) que permite a los pericos encadenar tres jornadas sin perder (7 puntos de 9) tras las victorias ante el Atlético y el Málaga. La remontada de la Copa no pudo completarse con otra victoria en la Liga. Faltó clarividencia ante un buen rival que tampoco pudo hacer excesivo daño a un bloque bien ordenado.

Peleó el Espanyol hasta el último segundo, cuando Darder envió arriba la última ocasión tras una internada del bravo Gerard. Justo antes, Laporte disparó también alto una falta peligrosísima en el tiempo añadido. El desgaste de la Copa se notó y el reparto de puntos puede darse por bueno antes de recibir el miércoles al Barça en Cornellà en la ida de los cuartos de final del torneo del KO.

El primer punto caliente de la tarde estaba en el recibimiento de la afición a Quique después de su coqueteo con el Stoke City. El técnico aseguró en víspera del choque que no había motivos para nada, que se trataba de situaciones normales en el fútbol y que se había desmarcado del tema en el cine viendo una película de Woody Allen junto a su novia. No convenció demasiado al público perico esa explicación.

Cuando sonó el nombre del técnico por megafonía hubo división de opiniones con predominio del abucheo. Muchos pitos y algunos aplausos para un entrenador que decidió quedarse en el club, en el que tiene contrato hasta el 2019, con una cláusula de salida de cuatro millones.