Albert Ramos dio a España el primer punto de la eliminatoria y Albert Ramos dio el último. Con más sufrimiento del esperado, el catalán derrotó ayer en Marbella al emergente británico Cameron Norrie por 7-6(4), 2-6, 7-6(4) y 6-2 para sumar el 3-1 que mete al equipo español en los cuartos de final del Grupo Mundial de la Copa Davis.

«Ha sido un partido muy especial, increíble. Tengo que dar las gracias al público porque ha sido fundamental», dijo Ramos sobre la pista Manolo Santana del Club de Tenis Puente Romano tras una dura lucha de 3 horas y 43 minutos en una fría mañana (8º). El equipo que comanda Sergi Bruguera alcanzó la 26ª victoria consecutiva como local, a solo dos ya del récord de Italia.

SEDE POR DECIDIR / También en casa (en una sede aún por decidir), disputará la próxima eliminatoria, del 6 al 8 de abril, contra Alemania. Los germanos, liderados por Alexander Zverev, se impusieron a Australia a domicilio en Brisbane por 1-3. «En la Davis no hay rival pequeño, como ha demostrado Gran Bretaña. Y Alemania tiene un equipazo, empezando con Alexander Zverev, que está el cuatro del mundo. También cuentan con Struff, Kohlschreiber, Mayer y un grandísimo doble», analizó Bruguera, que seguro desea poder contar con Rafa Nadal para ese cruce.

Sufrimiento es la palabra que mejor define la eliminatoria marbellí. Cameron Norrie, de solo 22 años, 114º del mundo, sin ningún título en su palmarés, y debutante en esta competición, estuvo a punto de transformar una eliminatoria que parecía plácida sobre el papel para España en un auténtico tormento.

El jugador nacido en Johannesburgo pero residente en Fort Worth (Texas) volvió a actuar con el desparpajo y la naturalidad de quien desafía la derrota con todas sus armas, a pesar de su bajo ránking. Agresivo y sin arrugarse, aunque Ramos se colocó con 4-0 en el primer parcial, Norrie salvó luego dos bolas de set en el octavo juego (una de ellas con doble falta del español) para llegar al desempate después de ocho roturas. En ese juego corto, Ramos pudo imponerse y ganar el primer parcial tras una intensa lucha de 75 minutos.

Los aficionados británicos se hicieron notar entonces más que nunca. Menos numerosos que los españoles, pero con mucha más presencia y jolgorio, llevaron en volandas a Norrie, que lejos de bajar los brazos subió de nivel para ganar el segundo set en 34 minutos, a un aturdido Ramos que cedió su saque dos veces y no pudo contener los golpes de su oponente, que el viernes ante Roberto Bautista ya demostró una gran resistencia y fue capaz de levantar dos sets en contra.

EL PESO DEL NÚMERO 1 / El tercer set fue clave. Ramos se colocó con 2-0, pero no supo rentabilizar esa ventaja. Le pesaba al número uno español la responsabilidad de acabar con victoria la eliminatoria y sobre todo imponerse a un rival al que saca 93 puestos en la lista mundial, y los nervios le atenazaban. Hubo cuatro roturas y se llegó al segundo desempate, y ahí Ramos sí logró controlarse, jugar más cerca de la línea de fondo para mandar y ganar un set crucial, puesto que le dejaba a solo uno de sellar el billete para los cuartos de final. No obstante, visto el ímpetu mostrado por Norrie durante toda la eliminatoria debía servir para no relajarse.

Pero las cuatro horas del partido contra Bautista el viernes pesaron entonces en las piernas del británico, que ya había acabado el desempate lanzando la raqueta al suelo. Ya más sonriente, Ramos dominó luego el cuarto set sin problemas, en el que mandó desde el principio y no dio opción a su rival. Dos roturas sirvieron para firmar la victoria, y una dejada para acabar con la voluntad del batallador Norrie. España ya está en cuartos de final de la Copa Davis.