Con Simeone confinado en una cabina de prensa de Vallecas, el Atlético se desorientó en los espacios reducidos del estadio del Rayo. El equipo de Paco Jémez buscó las vueltas al vigente campeón y estuvo cerca de bajarle los humos en un segundo tiempo pletórico de juego y ambición.

A la apuesta rayista, con un ataque de bajitos completamente remozado y promesa firme de una amplia utilización de las bandas, respondió el equipo rojiblanco con una intención no menos ofensiva. Pero se quedó solo en eso, en la intención. El Cholo dirigió desde las alturas un dibujo de 4-4-2, con el mexicano Raúl Jiménez como segundo delantero al lado de Mandzukic y Griezmann por la derecha en el medio. En el Rayo sigue vigente la prohibición del pelotazo, es obligado sacar el balón jugado y tocar hasta que aparezca la oportunidad de acelerar hacia el área contraria, pero ante un sistema defensivo como el del Atlético le resultó complicado abrir vías para progresar hasta los últimos metros.

No pudo en todo el primer tiempo el cuadro vallecano acercarse a Moyá con peligro, mientras que el Atlético, aun sin ritmo y profundidad, se mostró mucho más incisivo, pero casi siempre debido a los desajustes defensivos locales. A Griezmann se le fue un poco más de la cuenta el control que le podía haber dejado mano a mano con Cristian Álvarez y Mandzukic dio tres avisos, el más claro a pase de Raúl Jiménez tras un regalo del central Abdoulaye.

La posesión vallecana se intensificó en el segundo tiempo ante un Atlético sin problemas para replegarse a la espera de salidas con opciones. No se produjeron y la entrada de Manucho en el conjunto local, por contra, dio más soluciones ofensivas al Rayo Vallecano, que amagó primero con un duro disparo de Quini que se fue fuera por poco y dio alas al examarillo Aquino y a Kakuta. El exdelantero del Valladolid estuvo cerca de abrir el marcador con un gran cabezazo a pase del mexicano, pero Moyá sacó una mano providencial. H