El Real Madrid ha aparcado, por el momento, la final de la Liga de Campeones. Tras eliminar en semifinales al Atlético de Madrid, el entrenador de los blancos, Zinedine Zidane, ha mentalizado a su plantilla que ahora deben pensar exclusivamente en ganar el título en la presente Liga.

Es por ello que en la sesión de ayer, el preparador merengue espoleó a los suyos en el hecho de que se centren en ganar los tres partidos que le restan para terminar el campeonato: en casa ante el Sevilla, y dos salidas a Vigo (Celta) y en Málaga, donde cerrarán el ejercicio doméstico.

En la sesión de ayer, Zidane vio al defensa francés Raphael Varane trabajar dentro de las instalaciones, mientras que el portugués Pepe está ya totalmente integrado con el grupo.

MODRIC QUIERE EL TÍTULO / Uno de los indiscutibles en la alineación blanca, el centrocampista croata Luka Modric aseguró que su equipo quiere conseguir tres triunfos en los tres partidos que les quedan, y que llegar con el título de Liga a la final de Champions sería «un gran plus» añadido.

«Vamos a por tres triunfos», advirtió el internacional croata en referencia a los cruces de liga con el Sevilla, el Celta y el Málaga, en declaraciones al diario deportivo croata Sportske Novosti.

«El título sería un gran plus para Cardiff», declaró Modric, hablando de la ciudad galesa donde el próximo 3 de junio jugará la final de Champions ante la Juventus de Turín, en lo que califica como «un gran partido, incierto, excitante, sin favoritos».

LAS ENTRADAS PARA LA FINAL / El Real Madrid conoció ayer que dispondrá de un cupo de 17.518 localidades para la final de la Liga de Campeones del 3 de junio en Cardiff, lo que representa 2.032 menos de las que dispuso en Milan 2016 ante el Atlético de Madrid. El estadio Nacional de Gales tienen una capacidad oficial de 74.500 espectadores, aunque por seguridad y otros motivos, se ha reducido a los 66.000.