Un penalti transformado por el galés Gareth Bale, a dos minutos del final, dio una sufrida victoria al Real Madrid (1-2) ante un buen Córdoba, que tuvo al conjunto blanco, ayer de negro, maniatado todo el partido, en el que Cristiano Ronaldo fue expulsado con roja directa por agredir al brasileño Edimar.

En el primer minuto, un doble recorte del delantero portugués Bebé en la frontal del área madridista acabó con un potente disparo que se estrelló en los brazos de Sergio Ramos. El colegiado canario Hernández Hernández, con la ayuda de su asistente, decretó penalti y la correspondiente amonestación al zaguero blanco.

El delantero argelino Ghilas, muy activo durante la primera mitad, transformó desde los once metros con pasmosa tranquilidad para batir a Casillas.

En el minuto 26 llegó el empate tras un saque de esquina botado por el colombiano James Rodríguez desde la derecha, que peinó Bale y remató el francés Karim Benzema desde el suelo en el área pequeña para alojar el balón en el fondo de la red.

La segunda mitad comenzó con el Córdoba más agazapado en su área y buscando los contragolpes aprovechando los desbarajustes defensivos del Real Madrid.

La tuvo el rumano Florin, que en el minuto 67 aprovechó una mala cesión de Varane a Casillas para enviar el balón al larguero tras una sutil vaselina.

Las pocas ocasiones terminaban por desquiciar al Madrid. Sobre todo a Cristiano Ronaldo, que culminó su desastroso partido con una patada al brasileño Edimar que acabó con el portugués expulsado por roja directa.

Sin embargo, cuando parecía que el partido acabaría en tablas, una falta botada por Bale se estrelló en la mano de Fede Cartabia que el colegiado consideró penalti y que también supuso la expulsión del argentino. La pena máxima la anotó el propio Bale, que, de esta manera, daba el triunfo al conjunto madridista en el final del partido y dejaba rota la ilusión cordobesista. H