El Real Madrid visitará el Estadio de La Cerámica presionado tras caer ayer en Mestalla en el encuentro aplazado de la 16ª jornada debido a que los blancos debían disputar el Mundial de clubs. Y las ansias que puedan presentar los de Zidane deben ser aprovechadas por el Villarreal para consolidarse en la zona europea de la clasificación y dejar la Liga más ajustada.

Y fueron dos destellos del Valencia en el tramo inicial del encuentro los que condenaron ayer al Madrid, que controló el balón durante todo el partido, pero se quedó sin dar el paso adelante que buscaba para dar un golpe de autoridad a la Liga.

Ese dominio del equipo visitante solo se interrumpió en algunos minutos del segundo periodo, ya que el final del choque fue agónico para el Valencia, un equipo que tuvo las ideas claras y supo aguantar los persistentes ataques de un Real Madrid, mejor en el control del juego que en la creación de ocasiones.

El partido comenzó con dos latigazos del Valencia, que en sus primeras llegadas y al contragolpe ganaba por 2-0 cuando apenas se habían cumplido ocho minutos de juego. El primer tanto fue logrado por Zaza en un gran remate y el segundo por Orellana al resolver una contra eléctrica del conjunto local.

El resultado que había subido al marcador en tan poco tiempo condicionó el desarrollo del partido que pasó a ser dominado absolutamente por los de Zidane ante un Valencia atrincherado en su parcela, que se defendía con orden a la espera de encontrar una nueva opción a la contra.

Los blancos se estrellaron en muchas ocasiones con la barrera defensiva local, ya que sus jugadores se veían obligados a elaborar mucho las jugadas por la falta de espacios que generaba el rival. Benzema tuvo la primera oportunidad visitante en un remate que Alves envió a córner y poco después, una falta lanzada por Parejo fue repelida con mucho a acierto por Navas (m.30).

gol de cristiano / El partido avanzó hacia el descanso con un Madrid dominador, que jugaba muy cerca de la meta valencianista y que encontró premio a ese dominio con un cabezazo de Cristiano Ronaldo a centro de Marcelo poco antes del descanso.

Si el control del juego madridista fue claro en el primer tiempo, en el segundo creció todavía más. Las llegadas locales eran muy pocas, ya que Valencia no tenía recursos ante un Madrid que recuperaba el balón con rapidez y ante el que se tenía que limitar a aguantar las embestidas.

Los cambios no modificaron la dinámica, aunque el Valencia, al poblar más el centro del campo taponó algo mejor al rival, cuyo control del juego, a pesar de ser absoluto y de tener encerrado a su oponente en su parcela, no iba a acompañado de claras ocasiones de gol. Sin embargo, en los últimos minutos el Madrid busc+ó el gol a la heroica, con Sergio Ramos como delantero.