Eusebio ya no es el centro de las miradas en San Sebastián. El técnico de la Real Sociedad se ha quitado de encima la amenaza de ser despedido después de sumar un nuevo triunfo, ante un desconocido Alavés, que le mete en la zona templada de la clasificación. Rearmados de moral tras su empate ante el Betis y con Miguel Ángel Moyá tapando los agujeros de la portería, los donostiarras encarrilaron el duelo en su segundo acercamiento al área visitante. Abrieron el marcador en un saque de esquina que ejecutó Canales y remató con algo de fortuna el mexicano Héctor Moreno. El tanto descompuso a un Alavés ausente del césped de Anoeta, que no tardó en recibir la puntilla tras una jugada iniciada por Jon Bautista, que sirvió un balón a Illaramendi para empujar totalmente libre de marca.

El derbi vasco parecía abocado a una goleada, pero Pedraza activó las pulsaciones de los vitorianos con un golazo. Y acto seguido Sobrino remató al larguero con Moyá batido. En Anoeta vaticinaban sufrimiento en el descanso, pero los donostiarras entraron mejor al partido en la segunda parte en busca de la sentencia y encerraron al Alavés.

«En los primeros minutos tuvimos errores claros, en una acción de estrategia y en una salida de balón. Los dos tantos en 15 minutos fueron demasiado lastre para nosotros», admitió Abelardo, técnico de los vitorianos, en su análisis del encuentro de ayer.