Los jugadores del Villarreal abandonaron el domingo el Estadio de la Cerámica conscientes de que los últimos errores en casa han lastrado en la Liga y han evitado coger el rebufo de la zona de Champions, que se hubiera situado a dos puntos en el caso de que no se hubiera escapado el partido ante el Depor, bien encarrilado en la primera parte con el tanto de Ünal.

El más gráfico fue Pablo Fornals, que incidió en la necesidad de revertir cuanto antes la mala dinámica del Submarino en su estadio, donde solo ha podido conseguir una victoria —ante un segunda B como la Ponferradina— en sus últimas cinco apariciones ante su afición. «Tenemos que hacer de nuevo del Estadio de la Cerámica nuestro templo», apuntó el centrocampista castellonense.

Ese es el objetivo que los de Calleja se han marcado mañana. El reto principal será continuar adelante en una Copa que se complicó una semana atrás en Butarque, pero también reencontrar las buenas sensaciones en casa, de donde han volado ocho de los últimos nueve puntos en la Liga —el empate ante el Depor se suma a las derrotas frente a Sevilla, rival directo, y Barça—, además de los últimos tres, intrascendentes, en Europa League.

LA PASADA TEMPORADA / El Villarreal quiere evitar igualar el mal arranque de año como local que protagonizó 12 meses antes, cuando el entonces equipo entrenado por Fran Escribá acabó el 2016 con un insulso empate en la Copa frente al Toledo (1-1), otro en el torneo del KO que resultó fatal contra la Real Sociedad (1-1) y un tercero, con mejor sabor de boca, contra el Barça, añadiendo una dolorosa derrota en el derbi autonómico frente al Valencia (0-2). Poco después, en febrero, los amarillos encadenaron otros tres resultados negativos, en la Liga ante Málaga (1-1) y Madrid (2-3) y ante la Roma en lo que fue una despedida anticipada en la Europa League (0-4).

Los de Calleja retomaron ayer el trabajo ya con mejor cara. A pesar de que la enfermería sigue teniendo un número considerable de bajas, el míster groguet podría recuperar ya a algunos efectivos para mirar con más optimismo ya no solo la eliminatoria de Copa del Rey, sino la visita del sábado al Santiago Bernabéu.

Aunque mañana todo apunta a que el madrileño seguirá dosificando el equipo, el descanso obligado de Manu Trigueros el pasado domingo podría permitirle doblar en Copa y Liga. Una buena ayuda para cambiar la imagen y comenzar la reconstrucción del templo del Estadio de la Cerámica. El posible debut de Roger Martínez sigue a estas horas en el aire, ya que el Villarreal todavía no ha recibido el transfer internacional del punta colombiano.