La lesión de Giménez en Las Palmas ha terminado por trastocar los planes de Diego Simeone para el encuentro del martes ante el Madrid. Para ese choque de ida de semifinales de Champions podría estar Yannick Carrasco, que ayer se ejercitó junto a los jugadores que no participaron en el choque de Liga del sábado ante el equipo canario. En ese ensayo, el croata Vrsaljko se ejercitó al margen de sus compañeros y tiene muy complicado llegar al encuentro del Bernabéu.

GIMÉNEZ, TRES SEMANAS // La mejor noticia para el Atlético está en el posible regreso de Carrasco. El jugador cayó lesionado en la clavícula en el encuentro del pasado martes ante el Villarreal en el Calderón. Tras ese percance, en el que se le diagnosticó un esguince acromio clavicular de grado I, su baja se daba por segura. Sin embargo, es muy posible que el futbolista belga juegue infiltrado mañana.

Peores noticias tiene el conjunto rojiblanco por la lesión de Giménez, que estaba destinado a ocupar el puesto de lateral derecho tras las lesiones de Juanfran y Vrsaljko. Sin embargo, el uruguayo pasó pruebas médicas ayer y el diagnóstico habla de una lesión muscular de grado II del abductor mayor del muslo izquierdo que le tendrá de baja entre dos y tres semanas. «Encontraremos soluciones para el martes», manifestó Simeone tras el 0-5 ante Las Palmas.

Esa ausencia podría llevar al Cholo a forzar la reaparición del lateral croata. Vrsaljko sufrió una rotura parcial del ligamento cruzado de la rodilla izquierda en el primer minuto del encuentro de Liga ante el Sevillla en el Calderón el pasado 19 de marzo. El jugador del Atlético evitó el quirófano y aunque se habló de la posibilidad de que la temporada hubiera terminado para él, podría participar en el encuentro del Bernabéu. De momento, el futbolista tocó balón en el entrenamiento en Majadahonda.

REVANCHA // Los rojiblancos tienen ganas de revancha ante sus vecinos. Trece derbis (cinco triunfos del Atlético, tres del Madrid y cinco empates) resumen sus enfrentamientos desde la final de Lisboa del 2014, la décima Copa de Europa merengue, en la prórroga (1-4), y uno de los peores recuerdos colchoneros que redundan en esos ánimos de venganza.