Joan Barreda aguanta. Aunque su participación en la octava etapa era una incógnita después de la caída del sábado, el gen de campeón de torreblanquino volvió a salir a relucir para completar otra dura jornada de cerca de 500 kilómetros cronometrados y además mantener las opciones de victoria, dependiendo de la evolución de su rodilla izquierda a la que le vendrá bien la suspensión de la jornada de hoy. «Estaba yendo bien y recuperando varios minutos cuando en medio de la tormenta me salí de la pista y me cayó la moto encima, golpeándome la rodilla. Los médicos me han dicho que no hay nada roto, pero tengo algo de líquido dentro», resumía Dinamita la acción que puso en duda su continuidad en el raid, aunque, conociéndole, todos daban por hecho que continuaría. «Seguro que le ponen un vendaje especial y con la misma compresión del mono puede correr», pronosticaba Carlos Sotelo, el que fue compañero de equipo de Toni Boluda en 1998 (año en el que el almazorense sufrió un gravísimo accidente en el Dakar) y ahora enrolado en un proyecto de motos eléctricas con el respaldo de Repsol y la Caixa, además de ejercer de comentarista del raid en TVE. Y así fue. Aunque Barreda veía «las estrellas cuando tenía que apoyar el pie», admitía, no se rindió y salió en busca del sueño que persigue desde hace tiempo, la victoria final en el Dakar.

IGUALDAD // Joan tomó la salida y solo perdió 12 minutos respecto al ganador de la jornada, el francés Meo (KTM), y tres minutos frente al líder. «Hemos ido bastante juntos Adrie Van Beverenn, Toby Price, Barreda y yo», comentaba Benavides, compañero de Joan en Honda, lo que demuestra el pundonor del piloto castellonense en una jornada realmente complicada, marcada por las dunas, el barro, la altitud de Bolivia (con pasos rondando los 5.000 metros sobre el nivel del mar) y, principalmente, los kilómetros, 498 cronometrados. Bang Bang, por ser el ganador del día anterior, abrió pista, una circunstancia que en condiciones normales le hubiera beneficiado, pero que ayer se convirtió en otro contratiempo porque servía de referencia para el resto de pilotos. Joan tenía una estrategia clara para el fin de semana aprovechando la etapa maratón del sábado (los pilotos no tienen asistencia de equipo ni en la línea de meta). De hecho, soltó el puño del acelerador el viernes para el sábado atacar desde atrás (fue el único que puso un neumático de motocrós para atacar sobre el barro). Se puso líder de la general, pero empezó a perder tiempo tras la caída. Y ayer aguantó el tipo en espera de la evolución de la rodilla con el descanso de hoy.

En coches, Stéphane Peterhansel (Peugeot) ganó la etapa y recortó cuatro minutos al español Carlos Sainz (Peugeot), líder y con más de una hora de renta a falta de cinco jornadas.