Hace unas semanas pocos o nadie hablaban en el Villarreal de alcanzar la cuarta posición, pero los últimos resultados cosechados permiten tener la zona Champions a tiro de piedra. Una victoria la próxima jornada contra la Real, teniendo en cuenta el Valencia-Madrid, podría dejar a los amarillos entre los cuatro primeros, o bien tener al Valencia a solo tres puntos. A ver quién no soñaría entonces con jugar la próxima edición de la máxima competición continental...

Para conseguirlo harán falta goles y de eso se tienen que encargar, entre otros, Carlos Bacca y Roger Martínez. Poco más se puede pedir al primero, pues su rendimiento ha sido clave en la ascensión del Submarino. Roger, por su parte, acaba de aterrizar y por sus palabras se deduce que llega con hambre de éxitos: «He venido con muchas ganas. Voy a esforzarme para estar cuanto antes en la dinámica del equipo».

Su compatriota, Carlos Bacca, ya le ha dado los primeros consejos para que se suba al tren del Villarreal: «Le he dicho que se ponga a tono lo antes posible. Si tiene que entrenar en doble sesión, que lo haga, porque tenemos muchos partidos por delante, los objetivos del club son grandes y nos puede ayudar mucho». Compañeros de selección, si hay alguien que conoce bien a Roger, ese es el 9 amarillo, que así lo define: «Es un jugador con grandes condiciones. Se nos ha ido un gran goleador como Bakambu, pero esperamos que Roger se adapte lo antes posible a la Liga y a lo que le pida el entrenador. Nos aportará mucho fútbol, desequilibrio y mucho gol. Es potente y su forma de jugar nos vendrá muy bien».

AMOR A PRIMERA VISTA

La relación entre el Villarreal y Roger Martínez viene de lejos. De hecho, ya se le intentó fichar cuando destacaba en el Racing de Avellaneda: «Me llevan siguiendo varios años y no se dio cuando estaba en Argentina, así que tenía esa espinita porque venir a este club y a la mejor Liga del mundo era un sueño». En el presente mercado invernal, admite el punta que contaba «con varias ofertas», pero la oferta amarilla «era la prioridad. Quise venir desde el primer momento y ahora soy feliz».

Uno de los principales valedores de su llegada fue su compatriota Carlos Bacca: «Me dio muy buenas referencias del club. Es un plus tenerle al lado. Sé que me ayudará mucho en la adaptación, pero me he encontrado con un vestuario excelente». Y es que Bacca «es un referente, un espejo al que mirarse por su trayectoria y experiencia; trato de aprender de él en cada entrenamiento».

UNA PAREJA PARA RATO

Los dos colombianos están actualmente cedidos por sus respectivos clubs —Milan y Jiangsun Suning—, pero tienen la intención de quedarse. Así lo ve Bacca: «Ojalá estemos aquí muchos años. Es lo que queremos ambos». Bacca, que no pudo participar en la victoria ante el Levante por sanción, no esconde que pasa «por un gran momento. Estoy muy cómodo con el club, vestuario, afición y con el sistema del entrenador». De hecho, cuando se le pregunta por Javi Calleja solo tiene palabras de elogio: «No lo conocía hasta llegar porque estaba en categorías menores, pero me ha sorprendido mucho por la mentalidad ganadora que tiene. Es un entrenador al que le gusta que haya competencia interna, que juguemos cada partido como una final y si lo llegamos a entender rápido conseguiremos cosas grandes».

Bacca no oculta que se siente importante. «Me veo como uno de los referentes por mi experiencia y lo que transmito dentro y fuera del campo», y confía en que la dupla cafetera lleve al Villarreal a la Champions. Así sea.