José Francisco Molina (Valencia, 8 de agosto de 1970) es el técnico elegido por Fernando Roig para sustituir a Juan Carlos Garrido en el banquillo del Villarreal. La decisión se fraguó en las mismas oficinas del Madrigal momentos después de la derrota ante el Mirandés, en una reunión entre los tres hombres que componen la cúpula del club: Fernando Roig padre, hijo y José Manuel Llaneza. El entrenador del filial amarillo era el número uno para asumir la dirección técnica, tal como informó Mediterráneo en su edición de ayer, pero el presidente se tomó unas horas para madurar una decisión que ya estaba bastante adelantada.

Restaba la comunicación con el propio Molina, que se encontraba disfrutando de sus vacaciones en A Coruña. La respuesta del exguardameta internacional fue positiva y por la tarde tomó un avión con destino Valencia para reunirse con Roig y sellar verbalmente el compromiso que le convierte en el máximo responsable del primer equipo amarillo hasta final de temporada inicialmente.

ESPÍA EN MESTALLA // Molina ya se puso a trabajar en su nuevo puesto y, por la noche, estuvo en el palco de Mestalla presenciando el partido de Copa entre el Valencia y el Cádiz, donde coincidió con Juan Carlos Garrido. Su debut como técnico de 1ª se producirá ante el club che el 8 de enero.

Después de aguantar a Garrido en su cargo pese a los malos resultados, Roig ha vuelto a ser fiel a su idea de club y empresa, promocionando a un técnico que llevaba casi tres años en el Villarreal y cuya filosofía de juego y trabajo se adapta a la idiosincrasia de la entidad. La designación del entrenador es una prueba de ello.

En el club existe una plena confianza en que Molina pueda resucitar a un equipo que ha mostrado escasos signos vitales en las últimas semanas. Su dilatado currículo como futbolista donde ha militado en el Valencia, Atlético, Villarreal, Albacete, Deportivo y Levante, y 9 veces internacional le otorgan un conocimiento de primera mano de lo que se vive en un vestuario hundido psicológicamente como es el del Villarreal.

Molina es un hombre con carácter y que vive el fútbol con pasión y dedicación absoluta, y que se distingue por ser un buen gestor de grupos. Otra premisa importante es la buena imagen en cuanto a juego que ha ofrecido el filial amarillo en 2ª A a pesar de que los resultados no acompañaron. No obstante, el presidente es consciente de las dificultad de mantener a un equipo nodriza en la división de plata, categoría en la que el Villarreal B ya suma tres temporadas consecutivas, un récord para un equipo de la cantera cuyo presupuesto apenas supera los dos millones. H