Con tres finalísimas por delante hasta la conclusión de la Liga, Fran Escribá ha colocado el tema de la renovación en el último lugar de su lista de prioridades, a pesar de que la gran mayoría de los clubs de Primera ya han iniciado los movimientos para ocupar sus banquillos a partir de la lista. Así lo mantiene el técnico en todas y cada una de sus apariciones públicas, en las que la pregunta sobre su futuro es de obligado cumplimiento. También cuando es Fernando Roig al que le toca ponerse delante de las cámaras.

Justo antes de una de las citas cruciales —y mediáticas— para el Villarreal en la Liga, el presidente mostró su firme respaldo a Escribá, del que asegura que «habrá noticias pronto», aunque ese «pronto» tiene el matiz de dos semanas, las que restan para que concluya la competición. «Tenemos tiempo de sobra para analizarlo bien y tomar la mejor decisión para el Villarreal», sostiene Roig, por sus palabras mucho más cercano a la continuidad del míster valenciano en el banquillo del Submarino que a un posible relevo.

CRÍTICAS INJUSTAS / «Escribá nos está dejando buenas sensaciones; muy buenas», reafirma el presidente amarillo, que valora «la gran labor» que a su juicio ha desarrollado Escribá desde que a mediados de agosto llegara al club en medio de una previa de Champions, una plaga de lesiones y el terremoto motivado por el inesperado despido de Marcelino. «Comenzó en un momento muy complicado y además tuvo que aguantar la desfavorable opinión de algunos sabuts de una parte de la afición», ironiza Fernando Roig sobre las críticas que siempre han perseguido a Fran Escribá desde un sector de la grada grogueta. «El entrenador ha luchado contra esas críticas y siempre ha estado por encima de ellas. No ha estado justamente valorado por una parte de nuestra afición», sostiene el presidente, que valora «el sentido común» que ha demostrado Escribá en su etapa al frente del equipo.

‘TEMA MUSACCHIO’ / Mensaje de tranquilidad para el entrenador antes del Barça. Pero también para la plantilla, que con la recta final de la temporada se expone a los lógicos rumores de mercado en los que Musacchio se lleva la palma. Semana sí, semana también, el argentino es protagonista en Italia, donde ayer aseguraban que el Villarreal habría llegado ya a un acuerdo con el Milan para el traspaso del central por 18 millones de euros. «Sábado a las seis y media contra el Barça, el otro domingo a las ocho ante el Deportivo y veremos en qué fecha y hora cae el Valencia», fue la enigmática respuesta de Roig. En esos tres partidos Musacchio seguirá vestido de amarillo. Es la única certeza. Después, «lo que tenga que venir, vendrá», comenta el presidente del Villarreal, que ya el pasado verano tuvo que lidiar con el Milan en una larga y surrealista negociación que finalmente quedó en nada ante la falta de liquidez del club italiano.

Y por orden, el sábado a las seis y media toca el Camp Nou, el mismo escenario donde el Villarreal firmó su primera gesta (1-3). «Esa vez ni me lo creía —dice Roig—; incluso le hice una foto al marcador con el 0-3. Después, alguna vez más le hemos ganado». En concreto dos veces más. El presidente espera la cuarta, confiando «en los buenos partidos que hemos hecho contra los grandes», para clarificar un poco una situación que no permite ni siquiera poder asegurar la plaza de Europa pese a que el Submarino está realizando su mejor Liga, solo por detrás de la del subcampeonato. «Con estos 63 puntos a estas alturas normalmente estaríamos en plaza de Champions; este año difícilmente la dará», explica Roig, que no dudaría en ponerse la bufanda azulgrana si, finalmente, el Villarreal acabara séptimo y necesitara el triunfo culé en la Copa del Rey: «En ese caso seremos del Barça a muerte».

MARIO APUNTA AL BARÇA / Como su presidente, Mario también ve al Villarreal capacitado para volver a poner en aprietos a uno de los grandes de la Liga, «el más difícil, junto al Real Madrid» y al que el conjunto amarillo no ha podido derrotar desde su último ascenso. «Se nos han escapado por poco», apunta el lateral, que recuerda la última visita azulgrana al Estadio de la Cerámica, con el gol del empate de Messi en el 90.

Dar la campanada en el Camp Nou supondría, además, con el Sevilla actualmente a cinco puntos, mantener vivas las opciones de plaza de Champions —«sería un sueño lograrlo», se ilusiona—. Para ello, Mario piensa que una de las claves será minimizar la posesión del Barça —«si tienen el 80% el partido se nos puede hacer muy largo»—. «Después, las opciones llegarán, como en el Calderón».