El presidente del Villarreal pasó ayer de puntillas sobre la inminente salida de Samu Castillejo con diracción a Milán —«es el consejero delegado el que lleva las gestiones en estos momentos»—, pero sí se mostró esperanzado en que la entidad amarilla pueda dar salida en los próximos días al excedente de efectivos en su primera plantilla, que ayer se aligeró con la oficialidad de la cesión de Cheryshev al Valencia.

Para Fernando Roig, la idea del Villarreal es seguir trabajando en los despachos para tener un grupo en el primer equipo «de 22 ó 23 futbolistas, más alguna ayuda de jugadores con ficha del filial». «Espero que las salidas se confirmen pronto», añadió el mandatario del club amarillo, que apuntó que, en principio, no está previsto aumentar el cupo de fichajes, que con la llegada definitiva de Bacca (Milan) se establecería en siete, ya que al colombiano habría que sumar a Gerard Moreneo, Toko Ekambi, Funes Mori, Santi Cazorla, Cáseres y Layún, además del repescado Alfonso Pedraza, cedido la pasada campaña en el Deportivo Alavés.

Roig da casi por cerrada la plantilla 2018/2019, a la espera de que el mercado pudiera ofrecer en su recta final oportunidades para apuntalar algunas zonas, como el mediocentro, con la duda sobre la fecha de regreso a la competición de Bruno y la ausencia de Manu Trigueros, en fase de readaptación, en el primer tramo de la temporada oficial.

El presidente del Villarreal también se refirió ayer a otros temas, como la implantación del videoarbitraje en la Liga o la opción de que se instaurara en el fútbol europeo una fecha unificada del cierre del plazo de incorporaciones, un modelo que para Roig debería seguir el ejemplo del fútbol inglés o italiano y «quedar cerrado antes del inicio de la competición».

En lo que respecta a la yuda que tendrán los árbitros con el VAR, Roig reconoce que será «algo muy positivo para el fútbol», a pesar de que en un prioncipio se mostraba «incrédulo» sobre la eficacia del videoarbitraje.

HABRÁ MÁS JUSTICIA / «La experiencia ha sido positiva y el VAR será un elemento disuasorio para que los propios futbolistas hagan las cosas bien en el campo. Será mejor para el fútbol, para los aficionados y para que haya más justicia», aunque el presidente groguet no cree que el VAR acabe definitivamente con las polémicas.