Castalia volvió a disfrutar de la selección española, en su versión sub-21. La Rojita necesitaba cargarse de buenas vibraciones para apurar sus opciones de estar en el Campeonato de Europa de Polonia 2017… y el partido de Castellón fue el mejor trampolín, ya que la victoria frente a San Marino estaba cantada. Todo pasaba por saber por cuántos sería… la cosa se quedó en un 6-0, que contentó a medias al público, después del 4-0 del descanso. Las colas en los accesos, nuevamente, retrasaron la entrada de decenas de aficionados, pero, a la postre, alrededor de 2.500 presenciaron la goleada y certificaron que el césped, que tantos quebraderos de cabeza han provocado este verano, estaba presentable. O sea: peor que en los play-off pero mejor hace solo una semana.

San Marino, una selección para la que tener un punto en su casillero (igualó con Estonia, a domicilio además) ya es un tremendo éxito, compareció como el débil combinado que es, no solo por su esquema (5-4-1), sino apelotonando sus hombres de campo en una franja de 20 metros que no modificó el planteamiento de los de Albert Celades. La intención de los transalpinos pasaba por evitar el 14-0 de su anterior visita a España, en el 2005, en El Ejido.

Munir pudo hacer el 1-0 al cuarto minuto, pero fue derribado en boca de gol por Biordi sin que el árbitro maltés, tapado por la infinidad de hombres que colapsaban el área, lo advirtiera. Poco después, Santi Mina cabeceaba por arriba. Grimaldo gozó de la tercera ocasión en el 11 y, acto seguido, Munir tuvo una doble, repelida una por el palo y la otra, por un defensa. Daba la sensación de que la Rojita quería esperar a que la grada estuviese más poblada, pero no pudo resistirse más allá del minuto 13, cuando Diego González cabeceó un centro lateral. Otro servicio escorado, desde el otro costado, significó el 2-0, obra del valencianista de nuevo cuño (min. 17). Castalia se frotaba las manos ante la cascada de goles que se auguraba.

DE DOS EN DOS // El encuentro decayó, después de otras dos buenas oportunidades de Santi Mina, hasta que un zapatazo del cumpleañero Munir puso el 3-0, a 10 minutos del descanso. El nuevo compañero del hasta hace poco jugador del Barcelona encontró premio a su insistencia cerrando la cuenta del primer tiempo.

El paso por los vestuarios enfrió demasiado a los de Celades, que hicieron circular la pelota por zonas inocuas. Los remates escaseaban y el público se impacientaba. Quería que pasaran cosas y, en esas, incluso aplaudió el primer córner favorable a San Marino. El partidillo (más que partido, porque jamás hubo oposición) fue apagándose. Un par de destellos, en el 83’ y 87’, a cargo de los recién incorporados Santi Mina y Borja Mayoral, estiraron el marcador hasta el 6-0 definitivo. Castalia se animó ya acabó entonando el Pam, pam, orellut!

Entrenamiento y poco más de la Rojita, que el lunes se la juega en Suecia para seguir aspirando a disputar el próximo Campeonato de Europa de la categoría. H