Ha cumplido 23 años unos días atrás, pero es como si Carlos Sainz llevara toda la vida en F-1. El joven madrileño vivía enjaulado en la estructura de Toro Rosso en la que nadie, ningún piloto, absolutamente nadie, había cumplido tres años de estancia. Lo peor era que ya le habían dicho que haría un cuarto año, o un quinto si era necesario esperando su paso al primer equipo de Red Bull. "Necesitamos que pasen cosas alrededor", murmullaba Carlos Sainz padre, bicampeón del mundo de rallys, una semana atrás en Monza mientras daba vueltas a la forma de hacer que su hijo pudiera abandonar la estructura Red Bull.

Y han pasado. McLaren ha dejado Honda para motorizarse con Renault, Toro Rosso equipará motores Honda y Renault exigió a Carlos Sainz para romper sin penalizaciones su contrato con Toro Rosso. El madrileño cumple así con su deseo de ir Renault. Ha firmado un contrato multianual de larga duración con vistas —dicen en el equipo— a luchar por victorias en un plazo de un par de años. Todos los comunicados de prensa están listos ya.

Red Bull, por fin, concede la libertad a Sainz

Es verdad que Red Bull le pagó toda su carrera desde que abandonó el karting, es verdad que los Sainz no pusieron un céntimo para correr la Fórmula BMW, la Fórmula Renault, la GP3, las World Series… pero dos años en Toro Rosso hubieran bastado. Fue el año pasado cuando Alain Prost se deshizo en elogios públicos hacia Sainz mientras le trasladaba una oferta para ficharlo para Renault, "pero mi futuro está en manos en Helmut Marko", se resignaba el madrileño. Incluso le tantearon en Mercedes para sustituir a Valtteri Bottas. Pero Red Bull no le dejaba irse, sabiendo que tenía un diamante en casa, el relevo perfecto para Daniel Ricciardo que finaliza contrato en 2018.

Necesitaba Sainz que sucediera algo, "que pasen cosas", para dejar Red Bull, para finalizar "la escuela" para llegar como piloto maduro a una escudería que logró el título con Fernando Alonso en 2005 y 2006 y que, dicen en Enstone, volverá a ganar carreras y luchar por el título en 2019 o 2020. Para eso necesitan a buenos pilotos, y ya los tienen. Niko Hulkenberg y Carlos Sainz son en este momento de lo mejorcito de la parrilla. No será fácil para Sainz, pero el madrileño está preparado para el reto. Solo él ha aportado puntos este año a Toro Rosso, la segunda temporada que ha tumbado en estadísticas a Dannil Kvyat. Sainz, que tuteó en nùmeros a Max Verstappen cuando ambos debutaron en F-1, alcanza ahora su madurez en un equipo llamado a volver a ser grande.

Le une un contrato multianual, del que no han trascendido aún cifras económicas, pero que, seguro, le reportará a Sainz más de los 200.000 euros —no le llegaba para sus viajes y el alquiler del piso en Inglaterra— de ficha en Toro Rosso. Y sobre todo, es la confirmación de que ya es un piloto maduro en un equipo maduro con el que sueña luchar por el título en dos años, una situación muy similar a que Fernando Alonso se encontró en la misma escudería a su llegada en 2001, cuando empezó a construir su fabuloso palmarés.

Ecclestone confirma que Alonso renovará con McLaren

Dicen en Renault que ya están probando en algunas sesiones mejoras en el propulsor como el dispositivo de quema de aceite —para lograr mapas de motor más agresivos, más potentes, sin predetonaciones— y la prequema de la mezcla, y que el próximo año disfrutarán de un coche para luchar por podios en algunas carrera. Con eso sueña Carlos Sainz.

El fichaje de Sainz por Renault confirma que Renault deja Toro Rosso para irse a McLaren, una condición necesaria aunque no suficiente para que Fernando Alonso acepete la oferta de renovación del equipo de Woking. Dice Bernie Ecclestone que “ya lo tiene hecho”, pero aún no hay confirmación oficial alguna, aunque podría llegar a lo largo de este fin de semana en el paddock de Marina Bay durante alguno de los cuatro días del siempre espectacular circuito urbano de Singapur donde Alonso está llamado a lograr el mejor resultado de la temporada.