El internacional español Santi Cazorla señaló durante su presentación como nuevo jugador del Villarreal, que era un día "muy especial y emocionante" tras todo el esfuerzo realizado durante los dos últimos años, tras ser operado hasta en ocho ocasiones y peligrar su carrera profesional. "Es un día muy especial, por volver a mi casa. Doy las gracias al Villarreal, ya no solo por abrirme las puertas cuando tenía 18 años, sino por haber sentido su apoyo en estos momentos tan difíciles y abrirme de nuevo las puertas", explicó.

Cazorla, que vuelva al club castellonense tras haber estado a prueba durante la pretemporada, afirmó que "ahora a ponerse la pilas y con ganas de comenzar esta nueva etapa en el Villarreal. Mi idea es dar el máximo y poder estar al máximo nivel". "Tengo que disfrutar el momento. Soy exigente y quiero seguir mejorando. No me sirve conformarme. Tengo margen de trabajo. Aún tengo unos dolores y quiero quitarlos y estar mejor. Creo que puedo mejorar mi nivel de cara al futuro", añadió.

Preguntado por la posición en la que cree que le puede ubicar el técnico Javi Calleja, señalo que "creo que me va a meter más en banda con libertad para entrar por el centro. Las charlas que hemos tenido van por ahí. Me adapto a cualquier zona que quiera el míster en el centro del campo. Pero en principio me veo en banda".

EL MOMENTO MÁGICO

Unos 4.500 aficionados presenciaron en el Estadio de la Cerámica la presentación de Cazorla, que tuvo al mago Yunke como maestro de ceremonias. El ilusionista de Vilavella ha hecho aparecer al jugador dentro de una cápsula de cristal. De allí, con la tribuna puesta en pie, salió un Cazorla emocionado."Solo por este momento ya ha valido la pena tanto sufrimiento", comentó el internacional español.

Una emoción que también mostró el presidente Fernando Roig, al asegurar que "esta es la presentación más especial, estoy muy emocionado por el regreso de un futbolista y una persona como Santi Cazorla".