A las 10 de la noche del sábado se pondrá la camiseta de la Roja en un amistoso previo a la Copa Confederaciones que la selección española disputará contra Haití en Miami. Pero tres horas su corazón lucirá la elástica del Villarreal, un club especial para Santi Cazorla y donde es mucho más que un exjugador. El asturiano formaría parte del once ideal de la historia del Villarreal sin ninguna duda, pero el ránking del afecto lucharía por el oro del cariño de una afición que siempre le ha idolatrado, tanto por su talento como por su humildad y carisma. “Lo digo de corazón, me duele mucho no poder estar en el Madrigal en un día tan señalado, pero me da todavía más rabia no poder ver el partido porque jugamos poco tiempo después. No obstante voy a intentar verlo como sea, aunque sea a través del móvil”, señala a Mediterráneo desde el hotel de concentración de España en Estados Unidos. “Voy a sufrir como si jugara yo, igual que también disfrutaré como si yo hubiera participado en el triunfo y en el ascenso. Quiero al Villarreal con locura y espero y deseo que ascienda a Primera División el sábado”, asegura como si estuviera pidiendo para el Arsenal, el club cuya camiseta defiende ahora.

EN CONTACTO // Las circunstancias económicas obligaron al Villarreal a traspasar a uno de sus futbolistas referentes al Málaga, aún en contra del deseo del propio futbolista quien nunca ha ocultado que se sentía plenamente feliz en Vila-real y en el club. Santi mantiene un contacto periódico con jugadores, empleados y amigos de la provincia: “Estoy al tanto de todo lo que pasa en Vila-real y hablo periódicamente con gente del Villarreal y compañeros como Javi Venta, Senna o Bruno, además de que mantengo muy buena relación con Marcelino”.

A Cazorla las cosas le están rodando muy bien en la faceta profesional en su nueva etapa en la Premier League, donde se ha convertido en una de las estrellas del Arsenal con Arsène Wenger. No oculta que echa mucho de menos España, pero también destaca que la experiencia en la Liga inglesa es “impresionante”. “En la Premier existe un gran respeto por el futbolista y el ambiente en los estadios es magnífico”, apunta. No obstante, ni la distancia ha impedido que sea un seguidor habitual de los partidos del Villarreal por televisión. El exjugador amarillo reconoce que el cambio del equipo ha sido brutal con el relevo técnico. “Han cambiado el chip y se nota. Ahora es un bloque mucho más competitivo y que juega a un ritmo mucho más alto. He visto la gran mayoría de partidos y es increíble la transformación que ha sufrido el Villarreal. Por eso en la segunda vuelta solo han perdido dos partidos y de forma injusta”, analiza con criterio el centrocampista asturiano.

El crecimiento social del club es otra de las cuestiones que no duda en alabar. “Disfruté muchísimo viendo el Miniestadi totalmente lleno de seguidores amarillos. Es una barbaridad que viajaran 10.000 personas, pero sobre todo cómo vivieron el partido”, apunta. “Para mí la gente del Villarreal siempre estará en mi corazón”, asevera con cierto tono nostálgico. Su idea era estar en el Madrigal en el partido contra el Xerez, pero los entrenamientos de la selección española le impidieron viajar a Vila-real, como era su intención. “Le pido a la afición que esté a muerte con el Villarreal en lo que es una final y el partido más importante de la temporada y uno de los más vitales de la historia del club”, dice.

Todo a una carta entre Almería y Villarreal. Máxima presión, tensión y sufrimiento. Cazorla no se librará tampoco desde la distancia de 90 minutos de infarto. “Suelo charlar mucho con Fernando Roig Negueroles y sé que está sufriendo muchos nervios. Es normal porque estar en Segunda es muy duro, pero el proyecto del Villarreal es muy sólido y estoy seguro de que logrará regresar a Primera el sábado. Sé que lo voy a pasar mal también, pero si no lo puedo ver, ya me informaréis vía whatsapp de lo que vaya pasando”, explica con la naturalidad y espontaneidad que le distingue.

EL ÚLTIMO PASO // “Falta el último empujón. Un partido y a Primera. Desde Mediterráneo mando un fuerte abrazo a toda la afición y a los muchos amigos que tengo por allí”, manifiesta desde Miami. Cuando juega la Roja, la afición amarilla siente a Cazorla como si fuera un representante del Villarreal. Por cierto, sus últimas palabras fueron para su buen amigo Bruno: “Es un crack y si el Villarreal vuelve a Primera seguro que lo tendrá más fácil para regresar a la selección”. Santi será uno de los miles de aficionados del Villarreal que tendrán el corazón teñido de amarillo mañana.