Con solo 21 años, Sara Sorribes ya conoce la mejor y la peor cara del deporte. Después de conquistar varios títulos, así como de representar a España en la Copa Federación, la tenista valldeuxense no competía desde octubre a causa de una lesión en el hombro que le ha tenido dos meses en la enfermería. El pasado fin de semana regresó con una victoria en Doha y pese a que se quedó a las puertas del cuadro final, no oculta que «las sensaciones son muy buenas». «He vuelto a competir, que es lo que más me gusta», recalca.

Durante estos últimos meses, uno de los cambios más significativos en la carrera de Sara se ha registrado en su equipo de trabajo, liderado ahora por Germán Puentes. Esto es lo que puede aportar el exjugador en el tenis de la actual 107ª del ránking WTA: «Estoy muy contenta porque me da tranquilidad. Ve las cosas parecidas a como las veo yo, le gusta mi estilo y me da confianza». Su nuevo entrenador le pide «ser más agresiva y trabajar más el juego de piernas». «No le pegaré tan fuerte como Sharapova, pero sí tengo margen de mejora», subraya.

Una lesión casi olvidada

Sobre su reciente lesión, y en vista a sus próximas citas en Budapest, Indian Wells y Miami, la valldeuxense afirma lo siguiente: «No está totalmente olvidada, porque tengo que seguir potenciando el hombro, pero no me ha dado ningún problema en los últimos partidos».

Trabajo le ha costado a Sorribes salir del túnel, con «dobles sesiones junto a los fisios». Pero, tras «dos largos meses», vuelve a sonreír: «Mi último partido fue en octubre en Luxemburgo, así que tenía ganas de volver a las pistas. De hecho prefería no ver tenis y me centraba en lo que tenía que hacer yo, pasar las horas en el gimnasio. Estoy contenta porque volví con un triunfo y en mi segundo partido tuve muchas opciones de ganar contra Kateryna Bondarenko», relata.

El regreso soñado

La valldeuxense prefiere no marcarse «objetivos de resultados o ránkings», pero sí admite que le hace «mucha ilusión» volver a representar al combinado nacional en la Copa Federación: «Jugar para España siempre es un orgullo. Ahora el equipo ha tenido mala suerte en esta última eliminatoria, pero el nivel del tenis femenino en este país es muy alto y seguro que volveremos al Grupo Mundial, que es el sitio en el que nos corresponde estar».

Sara Sorribes, que se ha trasladado a Barcelona para entrenar con el que es su nuevo equipo de trabajo desde el pasado mes de noviembre, desvela cuáles son sus retos más inmediatos: «El primer objetivo es que el hombro siga respondiendo igual, ir con calma y seguir las pautas que marque el entrenador. Ahora mismo no me quita el sueño entrar en el top 100; es algo que tiene que venir, pero todos los pasos hasta ahora los he dado en firme y necesito mejorar las cosas dentro de un proceso que necesita de su tiempo».

La tenista provincial ha puesto todo de su parte para recuperar el nivel anterior a la lesión y ahora es el momento de ir recogiendo los frutos a tanto trabajo. Que nadie dude que a Sara le queda mucho por celebrar.