Dicen que detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer. El caso del doble campeón de Europa y subcampeón del mundo Sebastián Mora no es una excepción, sino todo lo contrario. Su pareja, María Parra, es quien ayuda al ciclista en un sinfín de tareas que rodean su preparación.

Su formación como fisioterapeuta le permite trabajar en la recuperación del ciclista ante cualquier mínima molestia o lesión, pero al margen de este trabajo específico, María se encarga de muchas más labores. “Cuando entrena en los velódromos de Onda o Valencia, me desplazo y mido los tiempos con el móvil al tiempo que cuento las vueltas y se las digo a Sebas”, asume María.

Por su parte, el flamante ciclista del equipo Team Raleigh inglés reconoce que “tiene mucho mérito” todo lo que le ayuda porque ahora que viene el frío, “por más que se tape se queda congelada” viéndole entrenar. Además, el vila-realense destaca que al margen de todas estas sacrificadas labores, “María también ejerce de nutricionista, psicóloga...”.

No lo tiene que hacer nada mal, pues los resultados de Sebastián Mora están ahí. “El principal mérito es también de sus entrenadores principales, Dídac Navarro y Javier Zahonero”, asume María.

Lo que sí piden al unísono es más facilidades para poder entrenar cerca de casa, pues el único velódromo que tienen cerca “es el de Onda, y si no hay que irse a Valencia o incluso a Mallorca”.

El próximo reto que afronta el ciclista es la Copa del Mundo y posteriormente el Mundial de Londres. Hasta entonces, competirá en varias pruebas de ciclismo en carretera en Inglaterra con su nuevo equipo, con el que participará también en la Vuelta a Valencia. Cuestionado sobre la posibilidad de competir en pruebas como el Tour, Vuelta a España o Giro, no se cierra puertas: “Ojalá pueda llegar algún día, no hay que poner techo, pero a día de hoy está difícil”. Como difícil o “casi imposible” está ya para Sebas estar en los Juegos de Río. H