Tres días después de quedarse a un punto, el Sevilla se ganó el derecho a entrar en la Liga de Campeones por la puerta grande, directamente a la fase de grupos. Dos goles de Bacca y uno de Krychowiak dieron al equipo andaluz una nueva Europa League, la cuarta en cuatro finales disputadas, con lo que se convierte en el rey de una competición de la que ha hecho su cortijo y se la ha quedado pequeña. La temporada que viene será el quinto equipo español en la Champions.

Desde su posición de claro favorito, el conjunto sevillista acometió el asalto a la final con mucha convicción, a pesar de verse por detrás después de un contrataque eléctrico que pilló a la defensa española fuera de sitio y acabó con Kalinic cabeceando a gol un buen pase de Matheus (m. 7).

Un contratiempo al que respondió el Sevilla con mayor fe todavía, liderado por Reyes y sobre todo por Krychowiak, decidido a dar lo mejor de sí mismo antes sus paisanos. El despliegue en todos los terrenos del polaco resultó emocionante durante el tramo en que su equipo tuvo que nadar contra corriente y, después de un buen remate de cabeza picado en un córner al que respondió Boyko con una parada espectacular, acertó a cazar la dejada de espaldas de Bacca en otro saque de esquina y empató con un derechazo inapelable (m. 28).

REACCIÓN UCRANIANA // No dieron un respiro los de Emery al conjunto ucraniano y tres minutos más tarde habían volteado el marcador con un tanto de Bacca (m. 31). Tuvo que verse por debajo en el marcador el Dnipro para volver a probar a Rico, que voló para desviar un gran disparo del aspirante a estrella ucraniana, Konoplyanka. Volvió a volar al borde del descanso pero no le dio para llegar al balón lanzado con sutileza por Rotan en la falta que significó el empate a dos (m. 44).

A la agitación con que acabó el primer tiempo sucedió en el segundo una fase de control. Perdió profundidad el Sevilla, pero volvió a asustar al Dnipro a balón parado y Mbia, Carriço y Krychowiak estuvieron cerca de sorprender a Boyko en otros tantos saques de esquina. La presión sobre Kankava llevó a una recuperación en zona de alto peligro para el Dnipro. Mbia pasó a Vitolo, que asistió a Bacca, quien volvió a marcar tras aguantar bien a Cheberyachko (m. 73). Aún pudo tener una noche más grande el colombiano, a quien Boyko birló la posibilidad del triplete antes de que Matheus diera el susto de la noche al desplomarse tras un choque. H