Ni el CD Castellón está para crearse enemigos en cada esquina, ni tampoco el vicealcalde, Enric Nomdedéu, puede correr el riesgo de que el club con más historia y que más sentimiento arrastra en la capital, se halle en grave peligro de desaparición, quede claro que no por culpa del Ayuntamiento. Nombro a Nomdedéu porque la alcadesa, Amparo Marco, desde la etapa electoral parece haber perdido el interés por el club albinegro. A Nomdedéu le ha faltado experiencia política porque de otra forma no se entiende que se reuniera antes con Conrado Marín (Sentimiento Albinegro) e Isidoro Gasque (Fórum albinegre), que con el propio presidente del CD Castellón. También le ha faltado cintura y prudencia porque no puedo comprender esa tremenda habilidad para meterse en jardines encharcados que ni le van ni le vienen de forma constante, no sé si por ego o por inexperiencia. Yo le tenía como un tipo mucho más inteligente.

Es evidente que David Cruz no es el presidente idóneo para el Castellón, pero es el que hay en estos momentos. No es culpable de la zozobra económica, cuya herencia procede de Castellnou y de la pésima gestión, por llamarlo de alguna manera, de Antonio Blasco. El fracaso en matería deportiva no es subjetivo, está ahí y es tan corresponsable el presidente como Moya. El ascenso se presenta obligado, no porque de él dependa la supervivencia económica, sino porque se estaría a un paso del fútbol profesional. Pero la verdadera batalla se juega cada mes para pagar los casi 10.000 euros de Hacienda y las cuotas de Seguridad Social, al margen de los compromisos corrientes. Y del dinero que llegó del cielo, nunca mejor dicho, de Aeroport de Castelló solo queda ya el recuerdo. Un fallo en los pagos provocaría el regreso de Federico Castellano como administrador concursal pero... para liquidar. Es mi gran temor.

No veo a David Cruz con músculo económico para aguantar al frente. Creo que está cansado y agotado. Además, me constan sus acercamientos a Osuna para intentar arreglar la situación accionarial. Recuerdo que los anteriores propietarios han puesto una demanda por impago de los plazos pactados en el contrato de compra y venta del paquete del 75% --aproximadamente-- de las acciones del CD Castellón SAD. Otro tema más en los juzgados.

Es cierto que las subvenciones públicas no deben utilizarse para el deporte profesional. Estoy de acuerdo en el espíritu, pero ahora el Castellón desgraciadamente no es un club profesional y necesita oxígeno porque lo que representa es mucho para la ciudad. Está bien que se arregle Castalia, pero existe agravio comparativo con otras entidades de la ciudad que reciben buenas subvenciones y en las mismas no se descuenta el mantenimiento de las instalaciones que utilizan. El Castellón se merece también que se colabore con él como se hace con el Playas de atletismo, Amics, L’Illa-Grau, CV. Mediterráneo... Otra cuestión es que se fiscalice cómo se gasta el dinero público. Pero espero que en un momento crítico no se le entreguen las llaves del CD Castellón al señor Nomdedéu, un riesgo que ya preocupaba, y mucho, al anterior alcalde Alfonso Bataller. A Cruz le pido que lo ponga fácil para dar paso a gente con más posibilidades y no quemada con la masa social como lo está él. Y a Nomdedéu que entienda que su cargo requiere mucha más prudencia e inteligencia política. De lo contrario, un día también sonará su nombre, igual que el de Cruz, como grito de guerra de la afición. No puedo entender esta batalla de quien es el más chulo cuando en juego está el futuro y la supervivencia del Castellón. Confío en que Federico Castellano no vuelva a la escena. Pero con el dinero del Aeroport agotado, y sin ingresos, me entran escalofríos. Les invito a la reflexión. H