Ha llovido sobre Sepang (Malasia) donde los pilotos de MotoGP han empezado este martes la segunda semana de entrenamientos con vistas al inicio del Mundial de motociclismo, que tendrá lugar en Qatar, el primer fin de semana de abril. Como casi siempre, el australiano Casey Stoner (Honda, 2.01.761 minutos) ha vuelto a ser el más rápido, seguido de su compañero Dani Pedrosa (2.02.005) y de Jorge Lorenzo (Yamaha, 2.02.436). Ha llovido y, por tanto, se han dado menos vueltas que nunca. La noticia de la jornada ha sido el reconocimiento, por parte del nuevo y flamante campeón del mundo australiano, de que le ha costado Dios y ayuda abandonar Lausana tras vivir los 12 primeros días de vida de su primera hija, Alexandra, Ally para todos, en su casa suiza.

Todo el mundo bromeó con Stoner durante los últimos grandes premios de la pasada temporada. Todo el mundo le decía que, una vez nacido su primero hijo/a, le costaría, tal vez, seguir siendo el más rápido, correr a más de 323 kms/h., pues de los cuatro magníficos (Stoner, Lorenzo, Pedrosa y Valentino Rossi), él había sido el primero que había decidido ser padre. Y él, siempre tan silencioso, siempre decía lo mismo: "Espero que mi hijo no me quite ni un segundo por vuelta". Y decía más, mucho más: "Cuando me casé con Adriana, todos dijeron que eso me afectaría. Pues bien, gané mi primer título; cuando Adriana se quedó embarazada, gané el segundo y, ahora, con Ally entre nosotros espero ganar el tercero".

Candidato a renovar

La seguridad que tiene Stoner de que va seguir siendo veloz y candidato a la renovación del máximo título, no le impidió ayer reconocer que, antes de viajar, el pasado domingo, a Kuala Lumpur (Malasia), le costó muchísimo abandonar su casa de Lausana. "He de reconocer que justo, justo, cuando iba a abandonar mi casa, Ally se despertó y no pude resistir la tentación de volver a darle un beso. La verdad es que con ella en casa, cuesta más ir al circuito. Pero, una vez en la pista, no he dejado de trabajar duro para mejorar la Honda cara al inicio del Mundial".

Se da la circunstancia, pura casualidad, claro, de que Ally nació en Lausana justo el mismo día que Rossi, con quien Stoner mantiene algo más que un duelo en la pista, cumplía los 33 años. "Viendo la relación de estima profunda que nos une", bromeó aquel 16 de febrero el Doctor, "esperaba que la llamase Valentina".