Dos victorias consecutivas del Villarreal, en el Calderón y en el Estadio de la Cerámica frente al Sporting, no han sido suficientes para que el Villarreal haya podido despegarse en la tabla del Athletic y la Real Sociedad, los dos rivales que optan, junto a los de Escribá, a las dos plazas de Europa League que permiten despreocuparse de la final de Copa del 27 de mayo, en la que un triunfo del Barça ante el Alavés también daría el billete europeo al séptimo clasificado de la competición española.

Eso sí, el Submarino ya acaricia matemáticamente esa séptima plaza, que solo está pendiente de un punto por culpa de la diferencia de goles particular en contra que el Submarino mantiene con el Eibar —ganó en Ipurua y en el Estadio de la Cerámica—, tras su victoria de ayer a nueve puntos de los amarillos. Ese es el objetivo mínimo del Villarreal que, lógicamente, aspira a mucho más en esta ultimísima recta de temporada, en la que defenderá con uñas y dientes una quinta plaza que permite olvidarse de la competición continental hasta prinicipios de septiembre. Ni siquiera los amarillos se han despepedido definitivamente de sus opciones de repetir plaza en la previa de la Champions, aunque esa posibilidad dependería más de una debacle del Sevilla que del propio equipo de Escribá, que hoy esperará al resultado de los sevillistas en Málaga para mantener u olvidarse por completo de la cuarta plaza (a falta de la visita de los de Sampaoli a Málaga, hoy, a cinco puntos de distancia).

COSA DE TRES

La guerra por los privilegios de la Europa League ya parece un tema cerrado entre tres equipos: el propio Villarreal (63), el Athletic (6º, a un solo punto) y la Real Sociedad (7º, con 61). Si los amarillos son capaces de mantener su actual plaza hasta el final de Liga (le quedan las visitas al Camp Nou y a Mestalla y la visita al Estadio de la Cerámica del Depor), la Europa League aparecería en el camino el 4 de septiembre, fecha fijada para la primera jornada de la fase de grupos (el sorteo está marcado para el 25 de agosto).

En caso de ceder una posición, el Submarino tampoco tendría que preocuparse de las previas del torneo continental si el Barça conquista el título copero. Esa opción también enviaría directamente a los amarillos a la liguilla de la Europa League, lo que no sucedería en el caso de que el Alavés diera la campanada el 27 de mayo: serían los vitorianos quienes accederían por la vía rápida al sorteo de grupos, enviando al sexto a dos previas, además de invalidar la séptima plaza.

Si el Villarreal acaba la Liga séptimo y el Barcelona levanta la Copa del Rey, la pretemporada amarilla —y, por tanto, las gestiones en los despachos en lo que respecta a novedades y salidas— deberían adelantarse notablemente. Esta vía de entrada en la Europa League colocaría al Submarino en la tercera ronda previa, que arranca el 27 de julio, y en caso de superarla a un play-off final con fecha de inicio el 17 de agosto. En tan solo tres semanas saldremos de dudas. De momento, el Villarreal parte con una ligera ventaja en el esprint final.