Gerard Moreno y el Villarreal están empeñados en prolongar la extraña relación surgida entre el club amarillo y su exfutbolista desde que, en el verano del 2015, el delantero decidiera abandonar el abrigo del club con el que se estrenó en Primera para buscar más minutos y protagonismo en otro equipo para nada desconocido y con el que dividía su pasión por unos colores.

Por cuarta vez, el Villarreal podría pensar en Gerard para solucionar su déficit de delanteros. Ya lo hizo en el verano del 2016; repitió en enero del 2017; y el pasado verano volvió a llamar a las puertas de la entidad perica para solicitar a un futbolista con el que comparte un porcentaje de sus derechos deportivos. Pato fue la alternativa al primer intento; Adrián López en el segundo; y Carlos Bacca en la ventana de fichajes que precedió al actual mercado de invierno, en el que la marcha de Bakambu al Beijing Guoan —todavía no oficializada pero sí pactada al 100%— ha vuelto a hacer que el objetivo del Villarreal sea de nuevo Gerard.

Según se apuntaba ayer en la Ciudad Condal —lo hacía el portal ligado al club espanyolista pericosonline—, el club catalán tendría encima de la mesa una oferta de 20 millones de euros por Gerard Moreno, con el Submarino como principal sospechoso.

La operación, que ayer se negaba por activa y por pasiva desde los despachos del Espanyol —Gerard Moreno es uno de los futbolistas insignia del club para sus aficionados— se presume complicada. No tanto por un Espanyol, que vería en esos 20 kilos una inyección económica que necesita para asegurar su estabilidad, como por la decisión del futbolista, que en todo caso tendría siempre la última palabra, incluso en el supuesto de que el Villarreal decidiera abordar el pago de una cláusula cifrada en 40 millones —será de 50 el 1 de julio—, que para la entidad amarilla quedaría reducida por el porcentaje que mantiene de sus derechos.

Desde el entorno del futbolista se apunta que Gerard Moreno no estaría tan cerrado en banda como en otras ocasiones a la hora de valorar un posible regreso al Villarreal, en el que se pulió desde el 2010 al 2015.

LAS ALTERNATIVAS / Lógicamente, el Villarreal no lo apuesta todo a Gerard, conocedor de que la operación no está totalmente en su mano y alerta por las anteriores experiencias negativas cuando ha intentado convencer al delantero —mejorando sustancialmente su actual ficha—. En las últimas horas, tras conocerse el desenlace con Bakambu, el club ha recibido varios ofrecimientos de delanteros. En la recámara está Sandro Ramírez, otro viejo objetivo del Villarreal, con el punto a favor del visto bueno del Everton. Su alta ficha —alrededor de seis millones de euros— sería el principal inconveniente. Mientras, en Vitoria está el otro pulso del Submarino en este mercado con la negociación por Pedraza.