El TAU Castelló cosechó una nueva derrota —la tercera en los últimos cuatro partidos— ante un Calzados Robusta que supo aprovechar a la perfección las numerosas concesiones que dieron los pupilos de Toni Ten, sobre todo en un último cuarto para olvidar. Y es que lo acontecido en los 10 minutos finales de partido fue el fiel reflejo de la actual situación del equipo, que está lejos del que maravilló en diciembre.

La entrada del nuevo año no ha sido nada fructífera para los castellonenses, que coincidiendo con el inicio de la segunda vuelta han tenido un peor arranque que cuando empezaron la competición. Si entonces el parcial en los primeros cuatro partidos fue 2-2, ahora es un negativo 1-3.

Y uno de los motivos del bajón del TAU Castelló, tal vez esté en la ausencia del lesionado Borja Arévalo, que precisamente ayer no pudo ser de la partida ante su exequipo. Su aportación estaba siendo espectacular y su ausencia se está acusando en demasía.

Pero en el partido en Logroño también pudo afectar en la recta final la paliza de viaje de la expedición castellonense, que tuvo que tomar una ruta alternativa y llegó a la capital riojana a las 3.30 horas de la madrugada tras estar 12 horas en el autobús.

Pese a ello y no entrar bien en el partido, los de Ten mantuvieron las opciones intactas para ganar hasta que faltaban 2.29 minutos para el final. Hasta ese momento —la desventaja era de seis puntos (71-65)—, las fuerzas habían estado igualadas y aunque los locales fueron más tiempo por delante en el electrónico, nunca habían tenido una diferencia superior a los ocho puntos (31-23, inicio segundo cuarto). Además, el TAU Castelló la había contrarrestado llegando empate al descanso (39-39). Tras mantenerse igualado el tercer cuarto (60-57) y casi todo el último, la mala selección de tiro y, sobre todo, dar una segunda opción al rival al no cerrar bien el rebote defensivo, condenaron a los castellonenses.