Fue durante muchos años una de las perlas de la cantera del Valencia CF. Javier Zarzo Mora (Benaguasil, provincia de Valencia, 28 de mayo de 1996) es talento puro, un extremo desequilibrante que está llamado a ser uno de los líderes del CD Castellón en el ejercicio 2017/18. Tras formarse en el club che, hace dos campañas fue cedido al Olímpic de Xàtiva, en Segunda División B. Tras ello y quedar libre, fue Frank Castelló quien le convenció para unirse al club albinegro el pasado año, siendo pieza fundamental. Durante este verano varios clubs de Segunda División B han llamado a su puerta, pero el sentimiento orellut se le quedó grabado.

—Es digno de admirar. Tenía ofertas de Segunda B, pero... ¿Usted es otro de los nostálgicos que prefirió seguir por corazón?

—Sí que es cierto que estaba todo muy avanzado con un club de Segunda División B, incluso manejaba varias ofertas de dicha categoría. Lo veía tan claro que hasta puse un comunicado en Twitter. Pero pasaban los días y la oferta del Castellón me tentaba mucho. Al final, me decanté por lo que me dictaba el corazón y por eso preferí seguir en el Castellón.

—¿Y qué le convenció para seguir apostando por el Castellón?

—Pues el proyecto. Cuando me reuní con Frank Castelló y Jordi Bruixola y me lo explicaron todo, me demostraron que me querían y que iba a ser una pieza importante en el proyecto.

—Pero dio el sí a la segunda...

—Eso fue porque primero estuve pendiente de las ofertas que he comentado de Segunda División B. Pero al ver que todo se iba dilantando decidí guiarme por lo que sentía y llamé a Frank Castelló, me puse en contacto con él. El míster me dijo que seguía interesado en mí y hubo una segunda reunión... y debo reconocer que ni me lo pensé un minuto. Fue llegar a Castellón, ponerme encima de la mesa las condiciones y firmar al instante.

—¡Y encima se le ve feliz!

—Sí (risas). Estoy muy contento por poder seguir en un club del arraigo del Castellón. Es un lugar donde el pasado año estuve muy a gusto, donde la afición aprieta y entiende de fútbol. Y todo eso para cualquier jugador que haya estado aquí es todo un privilegio y una circunstancia que no se puede dejar escapar.

—¿Por qué le marca tanto al futbolista jugar en el Castellón?

—Es difícil de hacerte entender, porque solo pueden sentirlo aquellos que se han puesto la camiseta albinegra. Jugar en el Castellón es diferente y los que hemos lucido este escudo lo sabemos. Solo le digo a los nuevos, a los que no han vivido esta experiencia, que no se marcharán sin tener el Castellón dentro.

—¿Qué espera de la próxima temporada 2017/18?

—Pues ahora, una vez solucionado todo lo extradeportivo, solo hay que pensar en lo que va a venir, que debe ser una temporada apasionante y en la que debemos pelear por terminar primeros y en la que la obligación debe ser ascender. El club lo merece.

—¿Qué le parece la ilusión que se ha generado entre la afición?

—Tener más de 7.500 abonados ya es una locura. Las estadísticas que están saliendo por ahí dicen que seríamos el quinto club con más socios en 2ª División A, y eso es un lujazo. Poder ver Castalia prácticamente lleno cada fin de semana que se juegue en casa, para los jugadores va a ser un auténtico privilegio, aunque también una gran responsabilidad.

—¿Les va a presionar el hecho de tener más de 7.500 socios?

—Para nada. Eso a todos los jugadores del equipo debe darnos un plus de motivación extra que en ningún otro lado, ni en Tercera División no en Segunda B podríamos encontrar ninguno.

—¿Qué grado de importancia le da a la afición para que haya decidido seguir?

—Muchísima. He tenido muy en cuenta a la afición, porque me ayudaron mucho el año pasado y ahora me han estado mandando muchos mensajes, animándome a que siguiera en el Castellón. Y todo el cariño que he sentido tras filmar es irremplazable. Para nada pienso que quedarme en Tercera sea un paso atrás. Este club es un histórico, un grande.