La cuesta de enero del Villarreal se retrasó a febrero, el peor mes desde que Javier Calleja se hizo cargo del primer equipo. Tras un inicio de 2018 en el que los amarillos miraban más hacia las plazas de Champions que a sus perseguidores en la plaza para la segunda competición europea, el Submarino ha sufrido una brecha que, por suerte, aún puede suturar, tanto en la competición española como en la continental. Los tres puntos de esta tarde ante el Espanyol (18.30 horas, beIN LaLiga) deben empezar a coser las heridas provocadas por los dos últimos tropiezos en la Liga (en el Villamarín y, la más dolorosa, la de la pasada semana ante el Deportivo Alavés, en casa) y en la Europa League, pendiente de una remontada para que el sueño de la final de Lyón siga vivo.

JAVIER CALLEJA ENTRENADOR DEL VILLARREAL «Jugamos ante uno de los equipos que más corren de la Liga y, además, llegamos con poco descanso»

El Villarreal está a tiempo de corregir este mes horribilis en el que se ha convertido febrero. Y el RCDE Stadium es el primer e indispensable paso para la recuperación y para tomar un respiro en una clasificación que se clarificaría un poco más en caso de triunfo groguet en Cornellà. Por allí pasa recobrar la quinta plaza con la que ayer se acostó el Sevilla, y volver a alejar un poco más a los ávidos rivales que se acercan a la frontera europea. El Barça frenó ayer al Eibar y los de Calleja deberán esperar a su partido ante el Espanyol para saber si Madrid y Getafe hacen lo propio con Betis y Celta, respectivamente. Pero poco consuelo será para el Villarreal una ayudita externa si esta tarde, como mínimo, no se consigue cerrar la racha de marcadores adversos ante un rival que ya ha dejado escapar 18 puntos en casa, uno más de los que Submarino ha pescado lejos de Vila-real.

JAVIER CALLEJA ENTRENADOR DEL VILLARREAL «Javi Fuego tiene muchas opciones de jugar y nos puede dar mucho en este partido; conoce bien al rival»

Si no cabe duda del objetivo amarillo en Cornellà --ganar o ganar--, sí existen ciertos interrogantes sobre la forma de conseguirlo. Mantener el bloque titular a riesgo de complicar un poco más la clasificación para los octavos de la Europa League, tras el 3-1 en Lyón, u oxigenar al equipo para llegar el próximo jueves con la mayoría de los jugadores clave más descansados. Quizá en el término medio esté la solución para Javier Calleja en el plano físico. En el psicológico el técnico tiene claro que la vuelta de los dieciseisavos de la Europa League debe desaparecer de la mente de sus futbolistas durante los 90 minutos ante el Espanyol, en un estadio que no está acostumbrado a celebrar buenos resultados ante los amarillos: el Villarreal nunca ha perdido allí.

QUIQUE SÁNCHEZ FLORES ENTRENADOR DEL ESPANYOL «No sabemos si el Villarreal cambiará de sistema o algunos de sus jugadores por el cansancio con el que viene de la Europa League»

No solo eso. El Espanyol solo ha podido perforar la portería amarilla en tres de los siete enfrentamientos entre ambos en Cornellà. Esa seguridad defensiva es una de las premisas sobre la que quiere apoyarse un Submarino que necesita sellar su portería para recuperar sus mejores sensaciones. La defensa no escaparía a los retoques de Calleja, que estudiaría la entrada del siempre fiable Rukavina o de Bonera en el centro por Víctor Ruiz o Álvaro, dos de los principales damnificados de la pegada del Lyón en el encuentro de hace tres días. Javi Fuego podría convertirse hoy en el hombre que dé el equilibrio a las vertientes defensiva y ofensiva.

Aunque Javier Calleja ha advertido que no va a haber revolución en el once, la medular y el ataque tampoco escaparán a las rotaciones. Los Cheryshev, Roberto Soriano, Raba o Roger Martínez tienen las puertas abiertas.