El Club Voleibol Mediterráneo de Castellón y el UBE L’Illa-Grau tomaron aire para seguir luchando por la permanencia en la Superliga masculina tras un derbi local que acabó con reparto de puntos después de que los graueros se impusiesen en el tie-break.

Los de Enric Bescós, que jugaban como visitantes, dejaron escapar una gran oportunidad para reforzar sus aspiraciones tras ceder un 0-2 favorable en el Pablo Herrera ante un rival directo como el CV Mediterráneo para acabar ganando por 2-3.

Aunque hubo alternancia en el marcador prácticamente en todo el encuentro y momentos buenos de uno y otro equipo, el UBE L’Illa-Grau puso una marcha más que su rival en la cancha a partir del 17-17 del primer set. Ese fue el punto de inflexión ya que, a partir de ese momento, se puso por delante en el marcador y no soltó la renta a su favor, imponiéndose por 20-25.

El segundo set fue un calco del primero y de nuevo tras el empate a 17 los graueros pusieron las cartas sobre la mesa para arrancar un 0-2 a su favor.

El choque estaba muy encarrilado, pero quedaba cerrarlo. El CV Mediterráneo empezó por delante, aprovechando que los visitantes habían bajado algo los brazos. Los de Bescós estuvieron más imprecisos en ataque y en bloqueo, y eso fue aprovechado por los locales para acortar distancias en el marcador.

Los dos equipos necesitaban la victoria y las fuerzas se equilibraron. Los graueros entraron en una dinámica negativa de la que no supieron salir. Lo intentaron con más corazón que cabeza, pero los papeles se intercambiaron y los locales empataron a dos, estando más acertados en las jugadas de ataque y poniendo contra las cuerdas al UBE L’Illa-Grau.

El choque quedaba por resolverse en el tiempo muerto y ahí empezó más fuerte el plantel de Bescós, con rentas de hasta cuatro puntos, que supo aguantar para llevarse por 2-3 la victoria final, que da dos puntos a los graueros y uno a su rival.