Javier Calleja visitará por primera vez como entrenador el Santiago Bernabéu, un escenario donde no se amilanará por el ambiente de un estadio que siempre es el jugador número 12 para los blancos, pero que esta tarde puede volverse en contra de los de Zidane, envueltos en su peor crisis de resultados de los últimos tiempos, descartados en la pelea por la Liga —a 16 puntos del Barcelona, aunque con un partido menos— e incapaces de ganar el pasado miércoles al Numancia ante su público en la Copa. «Su afición desea ver al Madrid de hace unos meses y si corre el tiempo y las cosas van en su contra pueden aparecer los nervios», vaticina el técnico amarillo que, como buen madrileño y exjugador de la cantera merengue, conoce a la perfección la idiosincrasia de la grada madridista.

Sin confianzas

Pero a Calleja poco le preocupan los aspectos externos. Ni siquiera el flojo estado de forma de los de Zidane, engañoso, para el entrenador groguet. «Un Madrid herido es muy peligroso; no nos podemos fiar», señala Calleja, para quien «el Madrid siempre es el Madrid», con una plantilla «capaz de sacar dos onces diferentes y optar con cada uno de ellos a disputar la Liga». Prefiere centrarse en lo suyo y contrarrestar «unas individualidades que marcan la diferencia» a través del bloque: «Tenemos que ganar como equipo».

La primera histórica victoria en el Santiago Bernabéu pasa, según el míster del Submarino, por «imponer nuestro ADN». Ese basado en el balón por encima de todas las cosas. «Tenemos que saber manejar, interpretar el juego, saber cuándo debemos descansar con el balón y cuándo lanzarnos a hacerles daño…», analiza Javeir Calleja, que suma, por supuesto, «mucha efectividad». «Para ganar el Real Madrid debemos ser letales cara a gol», recalca Calleja, que no descarta «variantes» en el dibujo habitual, en rombo, de su equipo. «Ya lo veremos…», deja en el aire. Ante el Barça optó por poblar el centro del campo dejando solo a Bakambu arriba; hoy podría repetir guión, con Bacca como hombre más adelantado.

El ejemplo de la Copa

En cuanto a actitud, Calleja tiene claro lo que quiere. «El partido del otro día [ante el Leganés] en la Copa fue un ejemplo de lo que debemos perseguir. No pasamos la eliminatoria, pero fue el mejor partido de la temporada», destaca el entrenador amarillo. Hoy, su equipo saldrá al Bernabéu «convencido» de sus opciones de ganar y «con el mismo respeto» con el que el Villarreal ha afrontado las citas ante el resto de rivales, aunque mediáticamente saben «la repercusión de jugar allí», concluye.